calita está baneado por "Clones para trollear y spoilers"
Los diferentes estudios de Electronic Arts llevan un ritmo de escándalo en esta generación, con las premisas de cantidad y calidad como estandarte en la mayoría de los casos. Durante la reciente Game Developers Conference, a pesar de ser una feria dedicada a los desarrolladores sin tanto bombo para el jugador de a pie como pudiera resultar un E3, en el estudio europeo Digital Illusions (EA DICE) decidieron salir a la palestra y presentar Bad Company 2, secuela de la ramificación para consolas de la franquicia bélica Battlefield, avalada por crítica y público como una de las mejores en su campo.
Y no es para menos que la primera entrega de este particular spin-off de Battlefield nos sorprendiera gratamente durante el pasado año, permitiendo además de contar con un grandioso modo multiplayer, una notable campaña para un jugador metiéndonos en la piel del soldado Marlowe que, junto a sus compañeros Sweetwater, Haggard y Sarge constituían la Compañía B, una formación encantada de meterse en medio del fragor de la batalla antes que nadie y de realizar misiones de un alto componente suicida, a base de suma habilidad militar mientras sus miembros hacían gala de un desarrollado sentido del humor tan irónico como ácido. El resultado fue un juego que bien podría mirar cara a cara a un grande como Call Of Duty 4: Modern Warfare sin despeinarse.
En el amor y en la guerra todo vale, pero en la guerra más.
Dada la excelente acogida que tuvo Bad Company, desde DICE informan que el objetivo pasa por dar una vuelta de tuerca más a la fórmula y concepto del juego a la par que están mejorando sensiblemente el motor Frostbite, todo ello con el fin de que llegado el momento en que podamos tener el juego en nuestras manos, constatemos una notable mejora en todos sus apartados. Por el momento, lo mostrado en la GDC inspira a especular que es cierto, desde la destrucción del entorno y las diferentes estructuras hasta la variedad de situaciones que encontraremos en las misiones a realizar.
Hemos de recalcar que actualmente se conocen muy pocos datos en lo referente al modo multijugador, más allá de la noticia de la eliminación de las patrullas para abordar los mapas cualesquiera que estén preparando los suecos de Digital Illusions, amén de contar desde un principio con la completa disponibilidad de todas las armas. Y aunque la información al respecto pueda resultar escasa, pocas veces se ha dicho tanto con tan poco, ya que quitar de un plumazo el hecho de tener que realizar diferentes grupos permitirá un mayor dinamismo y organización de la contienda por cada uno de los bandos, así como premiar la habilidad del jugador permitiendo seleccionar cualquier arma desde el principio; es probable que el inminente pack de mapas multijugador Battlefield 1943: Pacific sea un grato aperitivo para hacer más llevadera la espera, lógicamente salvando la distancia cronológica. Por otro lado sabemos que no van a dejar de incluir el aclamado modo “Fiebre del Oro”, lo que a su vez invita a divagar acerca de si el argumento en el modo campaña volverá a girar entorno al “amor” que nuestra tropa siente por tan preciado metal, al margen de su deber como soldados.
Si de algo se sienten especialmente orgullosos los cerebros pensantes detrás de Bad Company, es del mimo y cuidado que han tenido a la hora de desarrollar unos personajes de arrollador carisma, capaces de arrancar un sinfín de sonrisas en el jugador con constantes comentarios de negra y salvaje hilaridad en el fragor de la batalla, y dotando de personalidad propia a cada uno de los miembros del equipo, provocando gran afinidad y empatía con cualquiera que disfrute del juego. En esta ocasión la trama pasa por un fondo más politizado y militar que lo visto en la primera parte, tirando hacia un estilo más propio de una novela de Tom Clancy tal y como comenta el estudio desarrollador. Al margen de esto, Preston Marlowe y compañía no van a dejar de practicar la mofa y la befa cuando las balas comiencen a silbar a su alrededor y el fuego de mortero quede más cerca que nunca.
Por último no podemos dejar de hacer hincapié en las bondades del sistema Frostbite para provocar el caos en el entorno, y a tenor de lo visto en esta nueva entrega, todo apunta a que ninguna posición o parapeto garantizará nuestra seguridad ante el fuego enemigo dado el grado de destrucción del que el juego hace gala, sensiblemente superior a su primera parte, donde la permanencia de estructuras rígidas e indestructibles de manera irregular, arrancaba ese puntito que le falta para mostrar un apartado técnico sobresaliente. Se aprecia a su vez mejora en el uso de la iluminación tal y como se puede comprobar en el escenario mostrado para la presentación, donde un sol de justicia en las cumbres montañosas provoca un despliegue cromático de brillos y contrastes realmente espectacular, todo un deleite en visuales e interacción.