verdezito escribió:Lo peor de todo es que la campaña no era la típica de un estudio joven, con gente sin mucha experiencia a la que les haya caído un dinero que no hubieran sabido administrar. Hablamos de una compañía que ya tenía sus años (Double Fine) con proyectos de muy poca envergadura y poco numerosos que ha realizado una gestión cuanto menos sospechosa, por no decir estafa
A mí me sorprendió leer una entrevista al propio Schafer (no recuerdo en qué medio exactamente) en que se vanagloriaba que gracias al crowdfunding, tenían más libertad creativa y no tenían que pasar por un cásting de editoras, lo cuál les permitía tener mayor control sobre su trabajo y más facilidades para implementar tanto novedades como elementos de la vieja escuela. Pues bien, a la vista de los resultados, en el caso de Double Fine está claro que necesitaban como el comer del control de una editora que les marcara de cerca para evitar -en parte- toda esta situación. Como dice Zorronoxo, ahora se entienden muchas cosas del desarrollo de Brutal Legend.
verdezito escribió: (...)
En fin, pese a mi tono crítico espero comerme todas y cada una de mis palabras, pero tal y como está la cosa hoy en día muy difícil lo veo...
Ahí está el quid de la cuestión: si la "primera parte" del juego hubiera dejado el pabellón bien alto, no habría ni la mitad de críticas y reproches en toda esta historia, pero es que aparte de todas las promesas incumplidas y sinsabores de estos dos años y pico largos desde la conclusión de la campaña de crowdfunding, al final resulta que el producto que te sacan está a años luz de lo que se esperaba. Con una primera parte sólida, con ritmo, con ese gancho que tenían las aventuras gráficas clásicas a las que tanto se ha apelado, todas estas polémicas se habrían acallado, pero como no ha sido el caso... Mucho tendrán que cambiar las cosas en su segundo capítulo para que la gente quede satisfecha en su globalidad.
Como no hay mal que por bien no venga, todo esto tiene que servir para abrirnos los ojos y hacernos reflexionar antes de abrir nuestras carteras alegremente ante una campaña de kickstarter. En estos últimos tiempos se ha demostrado que un gran nombre detrás de un proyecto, no garantiza para nada el éxito del mismo: ni Schafer ha estado a la altura, ni Jensen ha conseguido unanimidad con su Moebius, Al Lowe digamos que ha quedado en tierra de nadie y a Chris Roberts le está salvando el hype estratosférico que hace que lleve recaptada una morterada alucinante, con lo que con tanto dinero se pueden remendar mejor los agujeros. Al menos podemos conservar parte de fe gracias a Brian Fargo y Chris Avellone, amén de multitud de historias más modestas con final feliz (FTL, Shovel Knight, Banner Saga, Gods Will Be Watching...).