Una ida de olla de un servidor, bueno me salva el hecho de que es para el hilo de HORIZON CINEMA, a ver que os parece:
Para contribuir con algo en el hilo, aquí os dejo la historia de un invitado a Horizon:
Me llamo John y nací en un pequeño rancho en el estado de Texas.
Desde pequeño, mi pasión por los coches y el mundo del motor ocupaban el 100% de mi tiempo. Trabajaba a tiempo completo en el taller de mi tio Ralph.
Fuí hijo de campesinos pero por más que lo intentaron, jamás me interesó lo más mínimo la vida de granjero, yo quería ser como mi abuelo. John Darlington, un campeón de las Nascar Series en 1971 con su flamante Chevy SS. Tenía un gran porvenir, hasta que un fatídico accidente terminó con su vida en 1972.
Supongo que es comprensible que mis padres me quisieran apartar del mundo del motor, pero aún así yo me escapaba al taller de mi tío siempre que podía hasta que un día, me contrató de ayudante.
Recuerdo aquel taller con mucho cariño; el olor a gasolina, el desorden en las estanterias, las manchas de aceite en el suelo e incluso el chirrido que emanaba de aquel viejo elevador que usaba en el taller día tras día.
Crecí en un ambiente rodeado de motor, siempre buscando recambios para utilizarlos en el taller y recopilando piezas de un precioso motor Hemi destartalado que un día, según mi tio, sería mio. "Solo cuando estés listo para montar uno de estos estarás preparado para conducir un auténtico Muscle Car".
Mi coche favorito era el Chevy Camaro SS de 1969, un auténtico monstruo de 6,5 litros y más de 500 Kw de par.
Con 20 años decidí marcharme a detroit para fundar un taller. Tuve suerte allí, en poco tiempo gané un montón de pasta y me hice un nombre, pero algo dentro de mí sabía que aquello no era suficiente. Me faltaba algo.
Entonces fue cuando me enteré de que en colorado estaban montando un macro festival, donde pilotos de todos los rincones del mundo se iban a dar cita. Solo un par de horas después, me decidí, cerré el taller y cogí mi Volkswagen Corrado, rumbo a colorado.
Después de 8 largas horas, por fin llegué a la mansión del ex-manáger de mi abuelo, Mr William France, toda una leyenda en el mundo de la competición y un gran amigo de mi abuelo. France guardaba el Chevy de mi abuelo en un viejo granero. Decía que no osaba siquiera a deshacerse del coche pero que tampoco tuvo nunca valor para restaurarlo.
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Después de una larga y emotiva conversación, France me llevó al granero. Allí estaba! El Chevy SS de mi abuelo... totalmente destrozado.
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Me llevó un par de horas, pero tras unos pequeños arreglos el coche estaba listo para poder circular los 20 Km que me separaban del taller de un contacto en Colorado, con la esperanza de no perder las piezas por el camino.
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Finalmente, tras una hora de camino, con mucho cuidado y sin pasar de 30Mph, llegué al taller de J.T. , un técnico de mantenimiento de la presa de Finley tan colgado por los coches que utilizaba uno de los locales dónde se accedía a las antiguas estaciones de bombeo, como taller.
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JT era un genio de la chapa y pintura, tenía como clientes principales a los trabajadores de la presa que traían siempre sus vehículos para que les metiera mano y darles ese toque de "magia" que solo JT era capaz de conseguir.
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Diez horas y muchas cervezas después, el Chevy SS había resucitado. El trabajo de JT había sido extraordinario, y con un par de recambios pude poner al día esta bestia destronada.
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Salí de la presa y puse rumbo al festival Horizon.
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Dejé atrás la presa y emprendí el viaje en medio de un magnífico aterdecer. Me esperaba un largo trayecto que recorrer.
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Atravesé un par de pueblos antes de llegar al Northpoint Motel, lugar donde tenía pensado pasar la noche.
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Pronto cayó la noche. El Chevy SS volvía a rugir y pronto todo Colorado se estremecería al ver el resurgir de un mito, devorando el asfalto de nuevo.
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Por fin llegué a Northpoint, hora de aparcar y dormir un rato. Me esperaba un largo día.
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Por la mañana retomé mi viaje, ya estaba cerca, solo unos 150 Km me separaban del festival.
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A media mañana me paré en una cafetería para reponer fuerzas. El lugar estaba lleno de gamberros de medio pelo que alardeaban de sus coches. Durante todo el almuerzo pude oirles murmurando y señalandome a mis espaldas.
Esos tipos no paraban de repetir algo sobre algo llamado ¿"Gran Turismo"?, no paraban de decir que Horizon era para "nenazas" y entonces uno de ellos se levantó y me preguntó:
¿Tú que prefieres, Forza o Gran Turismo?
Yo no sabía de que hablaban y respondí Forza por decir algo. De pronto aquel tipo se abalanzó sobre mí.
Aún no se como llegué a todo eso, de repente el bar se convirtió en un campo de batalla y las botellas volaban por todo el local. Después de intercambiar unos cuantos golpes y de estallar un taco de madera en la cabeza de un tipo, el dueño me dijo que si no me marchaba avisaria a la policia. Así que le hice caso y me marché...
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Pronto puse tierra de por medio, aún me temblaban las manos cuando de repente... BOUMMMM! un enorme estruendo se escuchó a tan solo unos metros de mí. Al parecer era un geiser puesto que estaba cerca del parque natural de Carson City. Me llevé un buen susto pero nada serio.
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Ya faltaba poco, mi camino a Horizon llegaba a su fin.
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Me quedé alucinado con todo lo que tenían allí montado. Carpas, campamentos tiendas, música, fuegos artificiales... Parece que no me equivocaba, esto es lo que andaba buscando.
Al llegar encontré a Alice, una de las organizadoras del evento.
- Hola guapa, donde me inscribo?
- En la rotonda, no tiene pérdida.
- Haces algo esta noche?
- Si pero no contigo...
Tras ese golpe bajo me pasé por el registro de inscripción. Un par de trompos y toda la gente como loca. Veremos hasta donde puedo llegar... Que empiece la acción!