Bajo mi punto de vista tampoco se puede ser tan entusiasta con Eternal Sonata y no reconocer sus puntos negativos, que los tiene. Los positivos son bien claros: diseños fabulosos, un guión que destaca por su capacidad de reflexión (la parte final es simplemente un ejercicio soberbio que implica incluso al propio jugador) y un sistema de combate muy entretenido. Aunque gráficamente los escenarios son muy bonitos, las texturas son flojas y el detalle a veces no es gran cosa (si te fijas en árboles, lianas y otros elementos "naturales" a veces da bastante grima). Pero lo peor, sin duda, es lo vacío y lineal que es en referencia a las mazmorras: se trata de simples laberintos sin nada más que hacer que avanzar, abrir algún cofre y luchar una y otra vez con, como mucho, dos variantes de enemigos. Es decir, que luchas dos combates IDÉNTICOS repetidos hasta la saciedad en una misma mazmorra. Lo único positivo es que ves a los enemigos y no tienes porque luchar.
En definitiva, que es un rpg con cosas muy a valorar (ambientación, personajes, diseño, música) y otras a tener muy en cuenta (jugabilidad mermada por reiteración exagerada de enemigos y simpleza en el diseño de mazmorras, lo que produce una poca variedad que, por mucho que el juego embelese por otros sentidos, hay que tener en cuenta). Es, finalmente, un juego recomendable a los que quieran vivir una historia sensible e interesante, pero poco recomendable a los que quieran un rpg profundo y variado.