3Djuegos le ha dado un 6,7 (versión Xbox 360), la de PS3 sale después.
Los mundos de fantasía se encuentran al borde de la extinción por culpa de los humanos que han dejado de creer en la magia. Será nuestra la misión de evitar esta catástrofe viajando por distintas regiones en este buen juego de rol centrado en la exploración y los combates.
Armado con todo el valor del mundo y un buen par de alas, en Faery: Legends of Avalon encarnaremos a un duende o hada que se enfrentará a la misión más difícil de su vida: salvar los mundos de fantasía asolados por diversos males causados, casi siempre, por los humanos que dejaron de creer en la magia tiempo atrás. Y así es como nace este buen juego de rol desarrollado por Spiders. Un título que sin innovar en la mayor parte de su estructura interna, sí logra desmarcarse de otras propuestas similares gracias a un interesante sistema de evolución de nuestro personaje y, sobre todo, la capacidad de éste para recorrer volando todos los escenarios de juego.
La metamorfosis
Entablar conversaciones con diversos personajes, explorar a conciencia los escenarios en busca de tesoros, resolver variadas situaciones mediante el diálogo, la entrega de objetos o, por supuesto, mediante combates…. En definitiva, como podéis ver, Faery sigue a rajatabla los cánones del género apostando por una fórmula que ha demostrado funcionar perfectamente en la actualidad. En este sentido, todo resulta extremadamente clásico y en algunos casos, demasiado simple. Y aquí nos referimos al sistema de evolución de personajes, ya que aunque a nuestro avatar sí podremos personalizarlo con cierta libertad, el resto de aliados – nos acompañarán dos de forma activa- evolucionarán de forma automática sin poder ni siquiera modificar su equipamiento.
En el caso de nuestro héroe, éste evolucionará mediante un sistema de lo más curioso. Por un lado están sus estadísticas base que progresarán con cada subida de nivel de forma automática, pero a éstas debemos sumar las metamorfosis, que son distintas habilidades que añadirán nuevos movimientos de ataque y defensa al héroe. Lo destacable es que éstas, que se irán desbloqueando conforme aumentemos de nivel, suponen además cambios estéticos en la apariencia del protagonista, por lo que sus alas pueden asemejarse a las de una libélula y no a las de un ángel, por ejemplo, o llegar incluso a desarrollar antenas y cola. Todo, claro, dependiendo del camino escogido.
Al respecto, las opciones son también de lo más clásicas. Hay habilidades ofensivas basadas en los distintos elementos –fuego, rayos, aire, etc.-, otras defensivas como auras para sanar heridas y demás, así como habilidades pasivas que potenciarán nuestro poder de ataque y capacidad de evadir los movimientos ofensivos de los enemigos. Y lo mismo ocurre con el equipamiento, que mejorará los atributos del héroe. Lo interesante en este punto es que podemos mejorar todavía más sus habilidades si combinamos lotes de equipamiento de un mismo tipo, de forma similar a juegos como Sacred 2.
Dialogar y combatir
Sin grandes alardes, Faery da pie a infinidad de conversaciones con los distintos personajes que pueblan su mundo de fantasía, revelándonos detalles sobre él o sirviendo como punto de inicio de las distintas misiones que componen la aventura. Aquí, todo resulta extremadamente lineal, no encontrándonos con gran variedad de opciones a la hora de conversar. Sí es cierto, no obstante, que habrá momentos en los que se nos plantearán varias opciones que pueden derivar en la mejora o empeoramiento de la imagen que de nosotros tengan nuestros aliados, así como otras en la que se crearán situaciones distintas: podemos entablar un combate o buscar una vía alternativa, por ejemplo.
Por supuesto, dependiendo de nuestras acciones notaremos ligeros cambios en la aventura, llegando al extremo de contemplar tres finales distintos. Sin embargo, en este punto echamos en falta un mayor grado de libertad a la hora de tomar decisiones y, sobre todo, que las misiones no fueran tan rigurosamente lineales. Y lo mismo ocurre con los combates, aunque éstos presentan un sistema de acciones por turno similar al de Final Fantasy XIII, que nos ha gustado. Básicamente porque gracias a este sistema podremos realizar hasta tres movimientos de ataque o defensa por turno –como los enemigos- si encadenamos habilidades simples, o perder movimientos a cambio de usar las habilidades más potentes. El problema es que notamos que al final los combates no son un desafío ni tan siquiera contra enemigos de gran envergadura, que se limitarán a usar una y otra vez los mismos movimientos. Sí, la idea es buena, pero creemos que en la práctica, resulta demasiado simple.
Dos aliados acompañarán a nuestro héroe durante los combates en batallas en las que habrá que combinar las habilidades especiales para vencer.
Dos aliados acompañarán a nuestro héroe durante los combates en batallas en las que habrá que combinar las habilidades especiales para vencer.
Explorar desde el cielo
Uno de los aspectos más llamativos de Faery es que nuestro héroe y sus aliados recorrerán todos los escenarios del juego volando, lo que se ha traducido en unos mundos que destacarán sobre todo por su verticalidad. Lógicamente, esto nos obligará a cambiar un poco nuestra forma de pensar y no limitarnos a mirar al suelo, ya que habrá muchos tesoros ocultos y personajes que localizaremos en zonas elevadas y apartadas de la vista. Dicho esto, hay que destacar que el sistema de control resulta cómodo aunque a veces puede ser algo difícil controlar al personaje cuando se busca esquivar obstáculos.
Cómo no, el simple hecho de poder recorrer volando las cuatro grandes zonas de juego de Faery supone un especial atractivo de cara al apartado gráfico del juego, ya que contaremos con unas vistas panorámicas fantásticas de los mundos que recorreremos y que, dicho sea de paso, resultan lo suficientemente distintos entre sí como para incitarnos a explorarlos todos de cabo a rabo en busca de ítems ocultos. En este sentido, el nivel de detalle conseguido es correcto, destacando sobre todo el diseño de las criaturas que evocan mucho a la tradición europea y los mundos, que como indicamos, son tan distintos que sólo podemos felicitar a sus creadores.
Lo malo en este apartado es que si bien las regiones de juego resultan atractivas, son algo pequeñas, lo que unido a una serie de misiones que nos harán ir constantemente de un lado para otro, llega a provocar una ligera sensación de cansancio cuando se llevan varias horas de juego. Por suerte las melodías que nos acompañarán a lo largo de la partida son agradables y casan perfectamente con la acción, aunque los efectos sonoros y la ausencia de diálogos (los textos están en castellano) restan cierto atractivo al conjunto.
Valoración de Faery: Legends of Avalon
Muy clásico pero lo suficientemente divertido e interesante como para mantenernos las 12-15 horas de juego que dura pegados a la pantalla. Sí, es cierto que hay diversos aspectos como la imposibilidad de desarrollar las habilidades de nuestros aliados, o la simpleza de las misiones y los combates, que le hacen perder puntos a Faery, pero la sencilla historia que narra –basada en el respeto por la naturaleza y las fantasías infantiles- y que en líneas generales cumple con nota en todos sus apartados jugables, convierten a esta obra de Spiders en uno de esos títulos que los amantes al rol no deberían dejar escapar.