No os calenteis, Vinicius ha visto desde el año pasado que ha dejado de ser un tuercebotas del que todos nos reíamos (yo el primero), y ahora que ha ganado todo y que el cabroncete es bueno, se lo ha creído y se ha venido arriba.
No le hace falta provocaciones, se viene arriba el solo y le sobran todos los gestitos del escudo, las sonrisitas en la cara del rival, el irse al suelo con tantísima facilidad, el reclamar 98 tarjetas en cada partido y demás. Y el problema es que no está yendo a menos, ni aún hablándole el resto de compañeros.
Y lo dice un madridista desde shiquitito