Lo mismo sale un verano parecido a 2009:
Aquel verano el Madrid venía de hacer el ridículo en un año en el que no pudo contar con su mejor goleador de los últimos años, Van Nistelrooy (CR), pero no podía traer al jugador que más les gustaría porque era imposible de fichar, Messi (Mbappe). Así que hicieron inversión doble en dos cracks, uno una figura elegante y fina que era del gusto de la cúpula, como era Kaka (Hazard), y otro un animal goleador que era Cristiano (Kane).
Se tuvo que quitar de encima a dos jugadores con superclase pero que hacía tiempo que no rendían a su mejor nivel aunque tuviesen edad para seguir haciéndolo, uno por motivos de profesionalidad, Sneijder (Isco), y otro por motivos de lesiones, Robben (Bale).
También largaron a un tío que lo había hecho bien en otros clubs pero para el que daba la sensación de que el Madrid se le quedaba grande y lo vendieron al equipo que ya lo había querido el año anterior que era el Sevilla, ese jugador era Negredo (Mariano). Esta apuesta joven para la falta de gol fue sustituida por Benzema (Vinicius/Rodrygo), que iba a ser el nuevo Ronaldo.
Además, se vieron obligados a largar a un lateral ya viejuno que cada vez llegaba más tarde a los cruces como era Michel Salgado (Marcelo) y contratar en su lugar a un viejo conocido como Arbeloa (Marcos Alonso). Y tuvieron que empezar a buscar a un sustituto del cérebro de la medular, De la Red (Modric), ya que este estaba acabado para el fútbol, y se trajeron a un jugador que ya habían intentado fichar años antes y hasta ahora no habían podido, Xabi Alonso (Verrati).