Se tuvo que haber retirado la gran mentira de la F1, ahora hasta él va a aceptar los 7 regalos que le han caído del cielo.
Lo mejor de todo es que no haya conseguido mas que Schumi. Mira que a veces uno pierde la fe en la justicia deportiva, pero lo del año pasado fue para creer en un nuevo dios.
Adiós Jaimito, hasta nunca, nadie que le guste la F1 te echará de menos.