Pues lo que nos deja el resultado de estas elecciones, a falta de que finalice el escrutinio de los estados clave donde Trump aventaja a Kamala, es que:
1) Una vez más, las encuestas y sondeos han fracasado de manera estrepitosa. La diferencia respecto a 2016 es que en esta ocasión fueron algo más "comedidos" y no apostaron por la victoria incuestionable de la candidata demócrata, pero es evidente que al igual que en aquella ocasión, intentaron influenciar en la visión del electorado al vender un escenario igualado con el objetivo y propósito de captar la atención de los indecisos para la causa demócrata (no cabe olvidar que la mayor parte de los medios de USA, son demócratas). La cuestión es que la táctica Tezanos allí no funciona y la gente, ya sea porque no se deja manipular o porque tiene una idea clara, fija y férrea, no modifica su intención de voto independientemente de la campaña mediática que se realice, fracasando otra vez más los medios en su intento de alterar los resultados, quedando evidenciados por su parcialidad.
2) Durante semanas se especulaba sobre cuestiones como si las mujeres en realidad acabarían votando a Kamala en masa, porque estaban "sometidas" por sus maridos republicanos a la hora de responder las encuestas de opinión y a la hora de la verdad, en el colegio electoral votarían por la demócrata. La realidad indica que eso fue puro humo y que no se ha producido el voto masivo femenino que se pronosticaba para Kamala. A ver cuando aprendemos de una vez que el hecho de que una candidata sea mujer o negra, no le otorga automáticamente el apoyo incondicional de dichos colectivos... Y no es la primera vez que los demócratas incurren en dicho error.
3) Durante semanas se pronosticaba que Kamala ganaría claramente el voto popular, que el voto por correo decantaría la balanza... Pues en los momentos donde estoy escribiendo esto, Donald Trump aventaja en cinco millones de votos a Kamala Harris...
4) Durante semanas se vendió una pugna muy discutida y ajustada en los estados claves, cuando la realidad ha indicado que nunca existió esa pugna férrea. Trump ha ganado ya en cuatro y está cerca de lograrlo en los tres restantes, lo cuál si se confirma, haría que su victoria fuera total y absolutamente aplastante. Nuevamente la campaña mediática realizada en torno a esta cuestión no ha logrado modificar la mentalidad del electorado.
5) Como ya había adelantado, el factor que realmente inclinó la balanza y determinó estas elecciones, fue el llamado "voto indeciso", ya que el grueso de los que esgrimían esa postura, en realidad eran votantes de Trump que no querían reconocerlo públicamente debido a las posibles repercusiones laborales o sociales que pudiera implicar su postura, ya que como he señalado, la mayor parte de los medios son afines a los demócratas y la campaña de acoso y derribo a todo lo relacionado con Trump es brutal. Incluso se especula que dentro de Hollywood apoyar públicamente a Trump implica la pérdida de numerosos patrocinios o la reducción de ofertas para trabajar en numerosas productoras, motivo por el cuál la mayor parte de los famosos y artistas apoyaron a Kamala, creando la burbuja y falsa ilusión de disponer de una base más amplia de seguidores.
Ese voto siempre se consideró permeable y mutable, enfocándose futilmente los esfuerzos mediáticos en captarlo para la causa demócrata, cuando en realidad, ya estaba concedido de antemano...
6) Los demócratas, demostrando una suma torpeza, nunca supieron entender ni comprender las verdaderas inquietudes y motivaciones del electorado estadounidense, nunca apelaron a sus verdaderas necesidades y problemas, tratando de vender una imagen alejada de la realidad, intentando desligarse de Biden como sino hubieran formado parte de su gobierno, además de vender una falsa imagen de cercanía con las sonadas y reiterativas proclamas de "soy de clase media", en un obsceno intento de Kamala de "convertirse" en una proletaria más y captar automáticamente el voto obrero. Y cuando todo eso no funcionó, actuaron de la misma manera que acusaron a su rival, vertiendo acusaciones gratuitas y graves (que Trump era un nazi o insinuando que estaba senil fruto de su edad, parámetro que no había importado en la reelección de Biden...), insultos a sus votantes (Biden diciendo que eran basura), atacando a Jill Stein afirmando que votarla a ella era votar a Trump, etc. La campaña demócrata ha carecido de un rumbo fijo, dando bandazos y mostrando un caos, desesperación e inseguridad que se han trasladado al electorado, sobre todo el demócrata, que no acabó de creer en el mensaje de una errática Kamala.
Sin duda alguna, los grandes señalados de estas elecciones son en primer lugar los medios de comunicación, que de nuevo, han pecado de partidistas, tratando de influenciar en la decisión del electorado, postulándose descaradamente con la candidata demócrata y la jugada, les ha salido mal. Siguen incurriendo en el mismo planteamiento a pesar de que desde 2016 se ha demostrado que no funcionan ese tipo de estrategias, incluso al contrario, generando rechazo entre un electorado que vuelca su apoyo a la parte contraria que está siendo atacada, demonizada y perseguida por parte de la prensa (porque sí, guste o no, la prensa acosaba a Trump, mientras con Kamala era más complaciente), al percibirse como una víctima.
En segundo lugar, hay que destacar un partido demócrata que vaga sin rumbo y que es una sombra de lo que fue. Para mí la clave fue la victoria de Hillary Clinton frente a Bernie Sanders en las primarias de 2015, ahí empezó la debacle de un partido demócrata cuya consigna no era designar al candidato o candidata mejor preparado/a, sino aquel que pudiera aglutinar con mayor "facilidad" el voto de colectivos como mujeres, negros o latinos, sin detenerse a evaluar sus ideales, programas o valía. Kamala ya fue elegida como vicepresidenta por un motivo puramente populista (atraer el voto femenino y negro en las elecciones de 2020) y dicha estrategia no ha surtido efecto en su designación como candidata presidencial, porque ya habían transcurrido cuatro años donde se habían evidenciado sus carencias como política, sus contradicciones y como había sido designada para su puesto únicamente por los motivos antes esgrimidos.
Es hora de que el partido demócrata haga una reestructuración interna, aquella que se negó a acometer en 2020, una donde entre "sangre fresca" al partido y donde se elijan candidatos competentes y válidos como antaño, por encima de tratar de obtener de manera fácil las simpatías de ciertos colectivos, maniobra que no funciona.
¡Saludos!
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