Hace diez meses que padezco este problema visual, en mi ojo izquierdo tengo una telaraña transparente enorme, puntos negros y gusanos, mientras que en el derecho otros tantos, he ido a 4 oftalmologos y todos la misma historia, acostumbrate que tu cerebro las ignora, trabajo delante del PC y es un suplicio, los fondos blancos, mirar al cielo, paredes blancas, me he informado y ya hay varias clínicas en España que tratan este problema mediante vitrectomia. ¿Como llevais este problema?.
Dejo un poco de información:
Las moscas volantes es el nombre común por el que se conoce a las miodesopsias, pequeñas manchas o sombras móviles que muchas personas ven suspendidas o “como si flotasen “en su campo visual, en especial al mirar sobre un fondo claro y brillante, como el cielo o una hoja de papel blanco. En la actualidad, no existe un tratamiento totalmente efectivo para abordar la aparición de los cuerpos flotantes, que sea proporcional ala gravedad del problema y que carezca de efectos secundarios importantes.
¿Qué son en realidad las moscas volantes?
Son las sombras de diversas formas, tamaños y espesor que se proyectan en la retina y que proceden de condensaciones u opacidades que se forman en nuestro humor vítreo (sustancia gelatinosa y transparente que se encuentra en la parte posterior del ojo entre la retina y el cristalino).
Se producen como consecuencia de cambios en el humor vítreo, muchas veces por un envejecimiento natural del mismo, que hace que, con el tiempo, vaya perdiendo transparencia (desprendimiento de vítreo posterior). De cualquier modo, las miodesopsias también pueden darse en jóvenes, e incluso en niños, siendo los miopes más propensos a sufrirlas.
Características de las moscas volantes
Las principales características de las miodesopsias son:
Nunca se quedan quietas. Se desplazan lentamente cuando el paciente fija la vista, por ejemplo en el horizonte.
Se desplazan con el movimiento del globo ocular.
Las manchas se vuelven más intensas en el campo visual cuando el paciente mira a un punto homogéneo iluminado (cielo, ordenador…).
Los síntomas suelen incrementarse en momentos de fatiga, estrés o ansiedad.
¿Pueden ser peligrosas?
Lo cierto es que es un problema aparatoso y molesto, que puede provocar alarma, preocupación e incluso ansiedad en quienes lo sufren, afectando a su calidad de vida, pero lo cierto es que se trata de una circunstancia benigna (no está considerada una patología) que no tiene por qué empeorar, ni supone un deterioro de la visión ni una mayor predisposición a sufrir otras enfermedades de la vista en las personas que las ven.
Es muy infrecuente que la aparición de moscas volantes en los ojos pueda complicarse y derivar en una enfermedad importante (por ejemplo, desprendimiento de retina). Casi todos los pacientes acaban acostumbrándose a las miodesopsias y casi ni son conscientes de que las tienen.
¿Se curan las miodesopsias?
Si con esa pregunta nos estamos refiriendo a sí, hoy en día, existe un tratamiento considerado eficaz por la comunidad científica, la respuesta es no.
Por lo general, las miodesopsias que no se de en a una patología grave, como el desprendimiento de retina, por ejemplo, no pueden tratarse, puesto que no se conoce un tratamiento eficaz y proporcional a la importancia del problema que, como hemos visto, casi siempre es mínima. Una vez descartado que se trate de un síntoma de otra patología, el oftalmólogo suele limitarse a explicar al paciente la condición benigna de este problema, lo que para la gran mayoría de las personas suele ser suficiente para tranquilizarse y, al cabo de un tiempo, olvidarse del asunto y despreocuparse, lo que conduce a que el cerebro se acostumbre a la presencia de estos cuerpos flotantes.
En algunos casos el tratamiento para las moscas volantes pasa por la aplicación del láser y, en otros, una técnica de cirugía conocida como vitrectomía, que consiste en la extracción completa del humor vítreo y su posterior reemplazo por una solución salina.
La “alternativa” de la vitrectomía
A pesar de que existe esa técnica llamada vitrectomía, esta opción quirúrgica no se utiliza, salvo casos muy excepcionales, en aquellas personas que tienen miodesopsias sin otras patologías asociadas. El motivo es que la vitrectomía lleva aparejados una serie de efectos secundarios, como algunas enfermedades de la retina o cataratas.
Por lo tanto cirugía no está considerada una alternativa real ni lógica al problema de las moscas volantes por las siguientes razones:
Su carácter benigno.
La experiencia positiva de la gran mayoría de los afectados, que acaban acostumbrándose a su presencia en el campo de visión sin mayores problemas.
Por otro lado, hay casos en los que las miodesopsias desaparecen de manera espontánea al cabo de un tiempo.
Cuándo acudir al especialista
Pese a su carácter benigno en la mayoría de casos, que hace que no tengan por qué empeorar o afectar a la visión, en ocasiones las moscas volantes pueden ser un síntoma de alguna enfermedad importante, como un desprendimiento de retina, uveítis o hemorragias oculares. Por ello, debemos estar atentos y acudir al médico lo antes posible en estos casos:
Cuando aparecen de repente. En ese caso de aparición repentina, el especialista en oftalmología (y solo él) debe explorar nuestros ojos para descartar cualquier problema adicional.
Cuando las moscas están quietas o cambian de tamaño.
Si notamos otros síntomas, como destellos de luz o pérdidas de visión lateral.
Mujer de ojos azules con grandes pendientes durante una prueba oftalmológica
Todos los cambios que notemos en nuestros ojos deben tomarse en consideración, puesto que la vista es uno de nuestros sentidos más importantes pero también uno de los más delicados, y constantemente estamos expuestos a sufrir algún percance, una enfermedad o un accidente, que pueda llegar a comprometer la buena salud de nuestros ojos.
La mejor receta para gozar de un buen estado de salud general, y en consecuencia también visual, es llevar una alimentación sana, hacer ejercicio físico con regularidad y chequear nuestro organismo frecuentemente, sobre todo a medida que vamos cumpliendo años.