Puesss, buscando buscando, me ha parecido increíble que no haya ningún hilo de esta serie... había pensado que podríamos comentarla los que estemos leyendo el manga, sin hacer spoilers de anime ni nada, es decir, sólo lo publicado hasta ahora por Planeta (7 tomos, el 8 sale esta semana que entra)[plas]
Nana, el shojo definitivo
A casi todos nos ha ocurrido aquello de coincidir en una clase o grupo con otras personas entre las que se encontraba alguien llamado como nosotros. Las implicaciones de algo tan natural como eso no suelen ir más allá, si bien a veces llamarse igual aún sin tener apenas nada en común puede hacer que las vidas de dos personas acaben firmemente unidas con la ayuda del destino.
Ai Yazawa es la autora de este shojo cuya historia, la de dos veinteañeras tocayas y su universo, ya se ha hecho popular en varios países superando todas las expectativas de venta y provocando secuelas cinematográficas o, más recientemente, televisivas. A sus 39 años, Yazawa puede estar segura de haber llegado al cenit de su carrera profesional como mangaka con esta impactante historia que se desmarca del tono adolescente habitual en el género. La autora comenzó temprano a crear y publicar, cuando su edad, apenas 17 años, era más conjugable con la de alguno de sus personajes que con la de una historietista. Sus trabajos más conocidos al margen de Nana han sido Paradise Kiss, Gokinjo Monogatari (Historias del vecindario) o Tenshi Nanka Ja Nai (No soy un ángel) pero ninguna de ellos ha alcanzado el calado de éste que, como anécdota, iba a ser publicado en un solo volumen hasta que la propia autora sintió la necesidad de extenderlo, pues la historia prometía.
Nana ostenta la categoría de ser el mayor éxito comercial actual de la editorial Shueisha y supone una revolución en muchos aspectos. Puede ser por la variedad de sus personajes, en cuanto a personalidad, intereses o aspecto externo, pues su autora suele poner mucha fuerza en la estética de sus caracteres, siempre a la moda y conocedores de las últimas tendencias, pero también es posible que haya triunfado por la trama en sí. En cierto modo, Nana se aleja del clásico y a veces único nudo amoroso que copa la mayor parte de los shojo y profundiza en aspectos más trascendentes. Es una historia sobre la maduración, las aspiraciones y las vivencias previas al salto a la vida adulta cuando todavía no se ha definido del todo la personalidad y aún hace acto de presencia la fiebre de la juventud, aunque por regla general esta artista suele crear personajes visiblemente más maduros que muchas de sus homólogas japonesas. Pájaros en la cabeza a ratos y accesos de madurez otras, que en Nana también se observan desde el interior de los personajes porque Yazawa sabe bien como utilizar su omnisciencia. Y un punto más a su favor, la ausencia de episodios fantásticos imprevistos o de acontecimientos poco creíbles que se sustituyen por un continuo realismo muy de agradecer a lo largo de toda la serie.
Y también el aspecto gráfico de Nana es fiel al estilo elegante que su autora acostumbra a utilizar, con rostros muy expresivos, figuras bastante estilizadas y un abanico de personajes suficientemente diferenciado y definido interiormente por su fisonomía. En ocasiones, Yazawa ha utilizado técnicas más allá del dibujo convencional para complementar sus trabajos, lo que ratifica esa independencia que en ocasiones se le ha atribuido.
Para finalizar, merece una mención el propio argumento, que ha ido extendiéndose desde su nacimiento por el mejor canal posible: el boca a boca. La historia de las dos jóvenes llamadas Nana que unen sus dispares vidas trabando una profunda amistad a pesar de las diferencias es ya conocida en detalle por muchos fans del género incluso antes de haber sido leída. La frivolidad de Nana Komatsu, que siempre ha llevado una vida amable y es amante de un hombre casado, recibe un duro revés tras su ruptura, pero pronto rehace su vida con un compañero de clase. Acompañada en todo momento por su amiga Junko, que encuentra el amor casi a la par, termina iniciando no sin dificultades una nueva vida en Tokio. La otra Nana, de apellido Osaki, ha llevado una vida más compleja y ha recibido una severa educación que la ha convertido irremediablemente en el ser contestatario que es ahora. Vocalista de un grupo punk llamado Blast, viaja a Tokio en el asiento contiguo a Nana Komatsu, en ese tren que unirá sus vidas sin que ellas lo sepan de momento. Lo demás, nunca mejor dicho, ya es historia.