Ayer tuvimos la oportunidad de probar la nueva entrega de Need for Speed, y que bajo el apodo de Undercover, nos presenta la entrega mas cinematográfica de la saga.
Lo primero que hay que hacer es situar que elementos base nos ofrece el título: tres ciudades totalmente abiertas y comunicadas por autopistas, altas dosis de velocidad extrema, coches deformables, policías y escenas de video con actores reales, y si mezclamos todo esto nos sale Undercover... ¿O Most Wanted 2?
Estamos en Tri-City Bay, somos un corredor contratado por una agente federal, interpretada por Maggie Q, y nuestro objetivo es infiltrarnos en una banda criminal llegando a lo más alto para derrotar a sus jefes. Esta historia y las escenas de vídeo dotarán de una intensidad nunca vista en la franquicia, ya que cada escena previa a la carrera nos cargará de adrenalina metiéndonos de lleno en la carrera, como si de una película se tratase.
Cuando pulsamos el acelerador por primera vez y recorremos los primeros kilómetros, nos damos cuenta de que tanto el estilo de conducción como el trazado de las carreteras recuerda enormemente a Most Wanted. Si bien el estilo es totalmente arcade, tiene sus dosis de realismo en las frenadas y en los derrapes, aunque todo muy espectacular. Si empezamos a circular en sentido contrario o de forma violenta, no tardará en aparecer la policía, que con su inteligencia artificial renovada nos pondrá realmente complicadas las cosas. Uno de los puntos en los que debemos hacer énfasis es en el modo de evadirla. Para ello debemos intentar hacer constantes cambios de sentido (pulsando A + stick hacia atrás) y buscar rutas alternativas o atajos. Una vez consigamos deshacernos de los coches patrulla, tendremos unos segundos en los cuales no podremos llamar demasiado la atención, para finalmente eliminar el nivel de búsqueda.
El mapa de la ciudad es enorme, y si bien es todo un placer recorrer sus calles y autopistas a alta velocidad, para realizar una prueba bastará con ir al GPS y seleccionarla, sin necesidad de ir en coche hasta ella. Hay que destacar que exceptuando la carga inicial la cual es bastante lenta, el juego no tiene ninguna carga adicional, incluso cuando nos movemos de un punto a otro de la ciudad. Además, durante las escenas de video hay cargas ocultas para empezar de inmediato la carrera.
El tipo de iluminación del juego es crepuscular, como ya hemos visto en Burnout Paradise o Colin McRae Dirt, aunque es bastante más suave que en estos dos anteriores, dando un toque de realismo muy acorde. Uno de los elementos más destacables es la introducción de sombras en tiempo real, un salto que hasta ahora no se habían atrevido a dar. Hasta ahora todos los juegos de carreras tenían simulaciones de reflejos con resultados realmente sorprendentes, pero esta es la primera vez que se generan totalmente in-game. El resultado es que tanto en el coche como en los charcos se reflejan nubes, puentes, árboles, otros coches... todo. Por supuesto esto tiene sus desventajas, y es que por algún lado hay que recortar para que las consolas no se ahoguen. Los modelados de los coches son mas bien normalitos, nada que ver a las maravillas vistas en GT5 o PGR4, pero cumplen perfectamente. Como novedad los coches se destrozan, rompiéndose y abollándose gran parte de ellos, aunque esto no repercute en la mecánica, anteponiendo la diversión por encima de todo. También es reseñable que la distancia de dibujado es bastante amplia.
A parte del modo historia, que según nos han comentado durará entre 20 y 30 horas, dispondremos de los modos habituales para pasar horas y horas de diversión: carreras, batallas de uno contra uno, encargos de llevar algún que otro paquete, etc.
El tráfico de la ciudad es dinámico y variable, según la hora del día, nuestra conducción e incluso los atascos que hayamos podido provocar en otros puntos de la urbe.
Respecto a la customización de los coches, ha sido renovada por completo. Si bien los fans de los neones, los vinilos y el tunning en general encontrarán todas las opciones de siempre, ya no es una parte principal del juego ni es necesario tunear coches para completar la historia o ganar carreras. Todos los coches que vemos son modelos de serie, dando paso a los modelos deportivos más elegantes. Si bien sabemos que marcas como Ferrari no van a estar presentes, si dispondremos de Audi, Mitsubishi y otras marcas aún por confirmar. Los vehículos estarán divididos en europeos, americanos y japoneses.
Sin duda esta nueva entrega supone una vuelta a las claves del éxito de la saga, tras el fiasco tanto en críticas como en ventas que supuso Pro Street. Tendremos que esperar al 21 de noviembre para ver si se confirman las buenas impresiones que nos ha causado el título.