Amigos, este es un tema muy serio.
Vivimos en una sociedad demasiado materialista y egoísta. Sólo nos preocupamos de nosotros mismos, sin tener en cuenta las necesidades de los demás. Y en la mayoría de casos, si ayudamos a los demás es por que sabemos que ese favor se nos va a devolver. Eso no es altruísmo, socios.
Cuando hay alguien desvalido o indefenso que necesita nuestra ayuda no hacemos nada, nos desentendemos sin pensarlo dos veces. Algunos casos es peor; algunas veces ni siquiera nos damos cuenta de que alguien cercano a nosotros está sufriendo. Cómo vamos a ayudar a alguien si ni siquiera sabemos que sufre, o peor aún, si ni
sabemos que está ahí?
Algunos pensaréis que estoy loco. Cómo es posible que ni siquiera sepamos que alguien existe si convivimos con él? Pues sí, amigos.
Nuestro día a día está lleno de encuentros, a veces fortuitos, a veces premeditados, con alguien que lo está pasando mal. Ofrecemos nuestra ayuda? Preguntamos al menos qué le ocurre? Rotundamente no.
Pues yo he llegado a mi límite. Se acabó. Pienso ayudar en todo lo que pueda a quien realmente lo merece. Y más ahora, que empieza a hacer calor y realmente es cuando hace falta más ayuda, espero que os unáis a mí.
Supongo que sabréis que me refiero a los
botones. Para ser más exacto, hablo de los botones de los escotes de algunas camisas de chica.
Hoy mismo, al salir de trabajar, me he dado de bruces en el metro con uno de esos escotes a punto de reventar. He visto el sufrimiento del último botón abrochado.
A la chica en cuestión no parecía importarle el hecho que el pobre botón estaba ahí agarrado, haciendo gala de un esfuerzo sobrehumano por no saltar. Por que esa es otra.... un alto porcentaje de botones "saltados" se pierden, se separan del resto de compañeros de la camisa y nos olvidamos de ellos.
Es por eso que los botones de los escotes no saltan: tienen miedo a pasar el resto de su vida perdidos Dios sabe dónde. También es posible que no salten por que, en realidad, ahí donde están es lo más parecido a la Gloria que un ser terrestre puede estar. Los botones de los escotes sufren, y además están en la Gloria. Eso debería darnos que pensar. Cualquiera de nosotros, en esa situación, se volvería loco.
Es por eso que me he decidido a fundar la ACABE (Asociación Contra los Abusos a Botones de Escotes). Y os pido ayuda.
Uníos a mí y ayudemos a estos pequeños seres. Salid a la calle de vuestra ciudad, a la plaza de vuestro pueblo, cruzad el mar, escalad montañas... buscad esos escotes superlativos. Es en esta época del año cuando suelen proliferar. Y cuando encontréis uno, antes de hacer nada, acariciad el botón, habladle, que sepa que estáis con él, si es necesario, dadle un besito. Convenced después a la dueña de tan atroz escote a que se desabroche el botón, y si es menester, el segundo también, y el tercero si lo creéis oportuno. Ella os agradecerá que le abráis los ojos, y sus botones también.
Hablad a vuestros amigos de la ACABE, difundid mi mensaje.
Evitemos el sufrimiento
Hagamos un mundo mejor... para todos.
Siempre vuestro,
Ganondorf
La ACABE agradece a Sabio su aportación desinteresada de material gráfico