Hombre, la serie es entretenida y por ahora no ha caído en el pozo de los romances aburridos ni el ecchi sin sentido, que bien podría hacerlo en ambos casos.
Curiosamente, lo que más peso tiene en la historia es el futuro de cada personaje. El último episodio remarcó mucho esto último. Entre tanta comedia y tontería, lo que importa es el futuro de cada uno, lo que cada personaje espera llegar a ser. Eso les da bastante profundidad a todos. No es lo mismo el clásico ligón de todos los animes, que el clásico ligón que además está preocupado porque el futuro que él quería parece ser que se le escapa un poco de las manos.
Los personajes tampoco son idiotas, como suele pasar. Que si la tía muy inocente, que si la salida hiperactiva... Aquí no. Todos tienen una capa más allá, algo escondido debajo de todo eso, y te la muestran con mucho arte y sin que sea algo forzado. Eso es estupendo.
Como ya he dicho alguna vez hablando en otras partes de la serie, puede que no sea una obra maestra del anime, pero está muy bien llevada, tiene personajes con personalidades muy marcadas y aspira a que la historia evolucione con ellos. Por eso mismo es una buena serie.
Pero sí, el trabajo del doblador del protagonista es sencillamente impresionante, cosa que, sinceramente, no esperaba ni de lejos.