Iba yo por la calle, cuando avisto a un ex-compañero que odio, me acerco, le rompo la nariz, y empieza a chorrear sangre como un loco, empapándome enterito de sangre, y me pregunta por qué lo golpeé, entonces me di cuenta que no era él, y que había metido la pata, entonces rápidamente le mostré mi camiseta cubierta en sangre, y le dije, ves, por esto te pegué. Y me fui corriendo.
Me sentí muy mal, pero al menos en un momento de lucidez, pude justificar mi acción.