Algunos casos:
EL ASESINO DE LA CATANA.
José Rabadán, de 16 años, mató a sus padres y a su hermana, con síndrome de Down, el 1 de abril del 2000, con unos 70 golpes de catana en su propia casa, cuando estaban durmiendo. El fiscal y la defensa pactaron 6 años en un centro de internamiento, bajo tratamiento terapéutico, y después cuatro años de libertad vigilada. Quedó en libertad, tras concluir los 6 meses de medidas cautelares, a la espera de juicio. Rabadán fue condenado el 1 de junio de 2001 a la medida reeducativa de 12 años de internamiento en un centro terapéutico por los tres asesinatos, con la limitación legal de 8 años, a los que seguirán otros 2 de libertad vigilada.
CRIMEN DE SAN FERNANDO.
Iria, de 16 años, y Raquel, de 17, querían "hacerse famosas" y "saber qué se sentía al matar a una persona". Así que un día cogieron a Clara García, de 16 años, la llevaron mediante engaños por la noche a un descampado en la localidad gaditana de San Fernando y le asentaron 32 puñaladas y la degollaron. El juez consideró que ambas menores sabían lo que hacían y tenían capacidad de discernimiento entre lo lícito y lo ilícito, lo moral y lo inmoral, y que el asesinato fue con alevosía y conspiración. Pero la sentencia es de 8 años en un centro de internamiento, revisable a los 4 y posteriormente cinco años de libertad vigilada. Fueron puestas en libertad al cumplirse los 6 meses de medidas cautelares, reingresando posteriormente.
CRIMEN DEL RAMÓN Y CAJAL.
Maria Luisa Domínguez, una señora de 64 años, fue asesinada en su domicilio el 19 de diciembre de 1998 por tres menores, de 15 y 17 años, para ocultar un robo de 150.000 pts. La sentencia narra que el crimen fue brutal y despiadado, con un machete la asestaron 60 puñaladas dos de ellas en el corazón; el menor de 15 años tras el juicio cumplió una medida de 2 años en un centro de internamiento. Los otros dos fueron condenados a 8 años y 18 meses respectivamente, en centro de internamiento.
CRIMEN DE ALGECIRAS.
Un niño de 10 años, José Luis Moreno, fue hallado muerto por asfixia en los servicios de unas oficinas en septiembre de 1999. Posteriormente fueron detenidos dos menores de 16 y 17 años por este asesinato, que confesaron que le introdujeron la cabeza en el retrete hasta que se ahogó porque se había negado a hacerles una felación. Fueron puestos en libertad al cumplir los 6 meses de medidas cautelares. Cumplirán una sanción de 5 y 2 años respectivamente.
CRIMEN DE BAJAMAR.
Un pequeño de 6 años Jacobo Yanes, fue asesinado por un joven de 17 años, M.M.M., que se había escapado 11 veces del centro semiabierto de menores. Le clavó 16 veces unas tijeras y le aplastó la cabeza con una piedra de 20 kilos después de agredirle sexualmente. Fue condenado a 8 años de internamiento y otros cinco de libertad vigilada. En la mitad de la condena será revisada su situación.
CRIMEN DEL OLIVAR.
El niño de 11 años Antonio Carrillo, fue violado y asesinado en un olivar en Jaén a finales de septiembre del 98. Los dos responsables de su asesinato , menores E.C. y A.A. que eran sus vecinos, sodomizaron y asestaron 28 puñaladas al pequeño. El máximo de internamiento que cumplirán por Ley es de 8 años, siendo revisada su condena a la mitad.