No sé por qué se insiste tanto en la monotonía del juego. Diablo III también es repetitivo hasta la saciedad pero engancha como pocos. Nada que ver, claro, esto es un spin-off de Animal Crossing, no el juego tal cual ni una continuación, por lo que -insisto- no se pueden echar en falta factores como el farmeo/recolecta, visitas, etc.
Creo que aqui la mayoria antes de comprarlo ya sabiamos de qué iba y qué podíamos sacarle. Puede sorprender al principio la simpleza o facilidad del juego, ya que no tiene grandes retos, pero una vez se entiende lo que el juego pide, no cansa.
La empatía con los personajes también es importante. Por ejemplo cuando tienes la tarjeta Amiibo de Mili, y le haces la casa, siempre que luego la visitas están las hermanas Manitas juntas y las ves haciendo tonterias, algo tan tonto como eso, puede llegar a sacarte una sonrisa.
https://miiverse.nintendo.net/posts/AYQ ... VHhnma1rsQOtra cosa que a los que hemos jugado anteriormente a Animal Crossing y conocemos a los personajes nos anima a seguir, es el conseguir todos los sets (algunos tienen variantes y novedades). Por ejemplo anoche vi la posibilidad de hacer la casa con el set "nave espacial" y hoy el de "astronomia", y con ambos, planeo hacer un aula en la escuela. xD
También con las opciones online, ver las cosas que hace la gente, los japos que lo tienen todo, los posts en Miiverse... todo eso da horas. Yo llevo ya cerca de 20 y tan feliz.
Así que en mi opinión, quien diga que el juego es repetitivo y que por ello abandonable a corto plazo, creo que no ha entendido bien el concepto o no ha jugado lo suficiente, ya que al ir desbloqueando sets y objetos, se consigue aquello que no tuviste antes cuando hiciste tal casa o tal edificio, y hace que quieras volver a rediseñarlo. Que si, que todo es decorar y decorar, y decorar... pero ¿acaso nos han vendido otra cosa que no sea esa? No.
De todos modos, yo procuro no hacerme 4 casas diarias y del tirón ni jugar con demasiada atención, porque lógicamente me va a acabar rallando, pero me gusta entretenerme con él mientras tengo algo de fondo en la tele.