Llevo jugando toda la mañana y de momento está siendo un chasco importante. Las físicas propias de un indie, al morir tu personaje se convierte en un muñeco de trapo, la movilidad de las armas y ese sonido de hojalata... Da la sensación de ser un juego con bajo presupuesto, se nota a leguas que está hecho con prisas, ya no por la falta de contenido, que también, sino por el feeling que te deja tras jugar un buen rato. Está a años luz de lo visto en Modern Warfare, casi ni parecen de la misma saga. Seguiré jugando porque tengo interés en ver cómo evoluciona y por la implementación con Warzone pero de momento mi valoración es que es un producto bastante regulero, sin la solided y robustez de MW, es casi como volver a 2011.