Después de 15 años vagando por el desierto, por fin, Italia termina de renacer. Desde la victoria en el mundial 2006, Italia cayó en una profunda decadencia, con los breves paréntesis de la Euro 2012 y la Euro 2016. Parece que tocar hondo en 2018 sirvió para que la federación se pusiera las pilas y apostara por una remodelación completa.
Hoy Italia vuelve al Olimpo de los Dioses, un lugar que históricamente hablando, le corresponde, estar entre los mejores. 4 mundiales y 2 eurocopas, palmarés de ensueño, al alcance de muy pocos (sólo Brasil y Alemania están por encima en títulos).
Si algo evidencia lo especial de este momento, es como Chiellini, capitán, valuarte e institución de la selección, que ha mantenido la compostura y la cabeza fría hasta el último instante... Finalmente ha roto a llorar al coger la Eurocopa. Una vida entera al servicio de la selección, al fin recompensada.
Enhorabuena a Italia.