keverson303 escribió:@aim_dll ANTES DE LEER, PLAY A LA MUSICA PARA MAYOR LORE Había una vez un niño llamado Héctor Prats, que soñaba con ser un gran programador de videojuegos. Desde pequeño, su pasión por los videojuegos lo llevó a imaginar mundos fantásticos y a desear crear uno propio. Su mayor sueño era desarrollar una versión moderna y mejorada de PC Fútbol 2002, el juego que le había robado tantas horas de su infancia y le había enseñado el amor por el fútbol y la programación.
Héctor creció con ese sueño en mente, dedicando innumerables horas a aprender lenguajes de programación, diseño de juegos y todo lo necesario para hacer realidad su visión. Sin embargo, a lo largo de su camino, se encontró con muchos obstáculos. Los complejos algoritmos de hash que debía implementar, la falta de créditos y financiamiento, y las críticas constantes que recibía de personas como Pedro Sánchez y otros detractores, lo golpearon fuertemente.
A pesar de todo, Héctor no se rindió. Con la ayuda de sus amigos Óscar y Dikaios, logró lanzar una versión preliminar de PC Fútbol 8. Aunque era una versión prometedora, los problemas técnicos y las críticas de los "haters" seguían persiguiéndolo. La presión era inmensa, y Héctor comenzó a sentir los efectos de una extraña enfermedad que afectaba a aquellos que intentaban desarrollar el sucesor espiritual de PC Fútbol 2002: la PC Futbolsitis.
Esta enfermedad debilitaba tanto el cuerpo como el espíritu, y Héctor, a pesar de su fuerza y determinación, empezó a sentirse frágil y débil. Sus amigos intentaron animarlo y motivarlo para seguir adelante, pero la carga era demasiado pesada. Las constantes fallas técnicas, las críticas destructivas y la falta de apoyo financiero lo llevaron a un punto de quiebre.
Finalmente, en un acto de desesperación y agotamiento, Héctor tomó la dolorosa decisión de desconectar los servidores de PC Fútbol 8 y PC Futbolmania. Sabía que esto significaba el fin de su sueño, y con lágrimas en los ojos, guardó el pendrive serigrafiado que contenía su trabajo en un cajón, consciente de que jamás llegaría a las manos de aquellos que aún creían en él.
La comunidad de fanáticos de PC Fútbol quedó en shock y desolada al enterarse de la noticia. Héctor, el programador que había intentado con todas sus fuerzas cumplir su sueño de niño, se había rendido. La enfermedad y la presión habían sido demasiado.
D.E.P. PC Fútbol 8. La luz que Héctor Prats había intentado encender en el mundo de los videojuegos se apagó, dejando un vacío en los corazones de aquellos que compartían su pasión y admiraban su esfuerzo. Aunque su sueño no se hizo realidad, su lucha y dedicación nunca serán olvidadas.