KindapearHD escribió:Lo único que me chirría de este juego y que he visto que lo han comentado en Eurogamer:
A partir del minuto 22:45, comentan el tema de nemesis.
Creo que suscribiría todas y cada una de las palabras que dicen.
El juego muy bien, nemesis me parece lo único que sobra.
Si nemesis no respira y no deja respirar, el juego es inasequible para el 90% de jugadores.
¿Se puede hacer algo sobre lo que dice en las cinemáticas y animaciones? ¿Que nemesis no te tire pa un lado sino que en la animación sea jill la que forcejee y se suelte? Supongo. Pero siempre quedará el respiro obligatorio que debe darse al jugador para poder reaccionar, porque los controles de personaje son necesariamente limitados y "pesados" para dar más fuerza a la tensión del juego. Los mismos lickers, si te atacaran de forma realista, te convertirían en papilla en un segundo.
Y ahora, narrativamente...
Nemesis ya actuaba con cierta chulería desde siempre, y los Tyrant en general siempre han tenido un punto de eso, de hacer posecitas y de algún modo recrearse. Este crítico dirá que no le vale, que me parece muy bien, pero siendo monstruos inventados nada dice que tengan que actuar como él dice o que no tengan un instinto básico de recrearse en una muerte, como un gato, igual que ellos mismos han expuesto. Bien que en su caza obsesiva dice STARS, con ansia y rabia. Eso implica que es algo más que un zombi, y ahí ya caben muchas cosas. Tampoco es una máquina, así que su condicionamiento puede ir ligado a emociones e instintos básicos, aunque eso disminuya su eficiencia... o sea precisamente lo que la alimenta.
No lo veo. Y teniendo en cuenta que el lore de resident evil siempre se lo han ido inventando sobre la marcha, pues no veo motivos de queja de esto más allá de los gustos personales. A unos no les gustará que Nemesio tenga personalidad, y a otros preferirán que tenga algún resquicio de humanidad. Yo personalmente creo que lo segundo lo hace más interesante, aunque si hubieran optado por la otra opción tampoco tendría bases para tacharlo objetivamente como un error. Al menos no más allá de ser un desvío arbitrario e innecesario respecto a la obra original que se está adaptando.