A mí ésta última expansión me ha dejado algo frío, la verdad. Si, los hombres bestia molan como enemigos, hay que adaptarse mejor al combate y demás, pero han vuelto a hacer la guarrada de generar enemigos en la espalda de forma súbita y arrearte sin control, muy gratuitamente.
Las nuevas armas... bueno, tienen su punto, pero es más como una "pataleta" por llevar a ciertos personajes y no tener armas como los demás. Al menos en el anterior DLC pusieron armas más interesantes y útiles, y ahora es en plan: "Ey, si llevas a Saltzpyre y te gustaría llevar una alabarda como Kruber... ¡aquí la tienes!", y así con todos.
El modo oleada está entretenido un rato, pero ya nadie juega, y entrar con bots es un asco, ya que son poco más que inutiles. Encima, cuando antes había apenas lag, ahora hay a raudales, haciendo el juego bastante injugable.
La verdad es que llevaban un camino envidiable, al igual que con la primera parte, y el contenido que ofrecían era equilibrado y espectacular. Esperemos que repunten, porque con mis 184 horas jugadas, ha supuesto un bajón terrible.