Pero a esos ya les daba igual las pelas. Te daría un patatús si supieras lo que cobra cada día Paul McCartney en royalties y derechos de autor simplemente por levantarse de la cama, sin tener que hacer absolutamente nada. Lo que muchos músicos no verán en toda su vida. No digo que lo merezca o deje de merecerlo, pero para los Beatles que aún quedan vivos, el dinero no es algo a tener en cuenta, que no es ni mucho menos la situación del 90% de los músicos profesionales que no son grandes estrellas y a duras penas malviven de la música.