Primero necesitas una impresora de sublimación, las hay originales (Sawgrass o Epson F100) o usar una impresora "normal" y adaptarle las tintas de sublimación, aunque básicamente tienes 2 marcas, las Ricoh que necesitan tintas Sawgrass o compatibles (las impresoras Sawgrass son Ricoh modificadas), o las Epson EcoTank. Hay otras marcas para gran formato, pero pensadas para la creación de prendas deportivas.
Luego, necesitarás una plancha o un horno... el problema de los hornos es que, los baratos, puedes tirarlos nada más comprarlos, muy chulo lo de usarlos con la bomba de vacío para hacer muchas más cosas, pero a los dos días están rotos, mientras que las planchas son mucho más duraderas, aunque necesitarás varias según lo que vayas a hacer, y son más rápidas, aunque vayas producto a producto.
Por último, el material a sublimar, que tiene que estar tratado (se compra específico para sublimar) o ser de poliester u otro polímero, por eso lo principal son telas (camisetas de poliester o cojines), tazas y alfombrillas o puzzles, dependiendo del tamaño de la impresora y de la plancha, podrás tener una mayor impresión, eso sí, olvídate de empalmar, porque se nota, y mucho, y ten en cuenta que el fondo siempre blanco (o muy claro si vas a poner algo oscuro).
De las carcasas olvídate, las que hay para sublimación son como los llaveros, una plancha de aluminio tratado que se pega sobre una carcasa de plástico y hay pocos modelos, además, como existen infinitos modelos de móviles, salvo los principales, es mejor no tener stock y pedirlo si te lo piden (y lo encuentras). En el caso de querer imprimir carcasas sólo hay dos métodos, carcasa transparente y posicionarle un vinilo o, si quieres algo más profesional, una impresora UVI (prepara un buen dinero para ésto).
Los Steelbook, olvídate, para eso tendrías que tratarlo tú mismo (no los he visto para vender en las páginas comunes de productos de sublimación), que soporte bien la temperatura (200º durante unos 8-12 minutos)...
Y, por último... Olvídate de la maquinaria china (planchas, impresoras, hornos...), porque casca, casca a la primera de cambio, luego, para materiales, sí, es lo más barato y, al final, todo procede de allí, pero lo que es maquinaria, cero.