Me lo acabé hace 2 días, un libro genial. Como dice Seaman, si estás un poco pájaro en lo que fue la URRSS mejor trata de ver cómo estaba formada esa sociedad antes de ver el libro. Yo hace unos meses me he leído un señor libro llamado humanidad e inhumanidad, una historia moral de la humanidad, que me ha explicado mucho mejor que en ningún lado todos los horrores que hemos podido cometer a lo largo del último siglo. Entre muchas otras cosas, especial atención a la idea de lo que es la verdad en ese régimen, que se refleja igualmente muy bien en la rebelión en la granja, en la que lo único que importa es la versión oficial, llegando a cambiar hechos incluso vividos y conocidos por todos directamente. En la rebelión en la granja, con las heroicidades del cerdo-trotsky, y en humanidad e inhumanidad, es muy impactante ver cómo se sentía mal una pareja recordando que, mientras Mao llamaba a los burgueses aprovechados y decía que la limosna era cosa de gente que en realidad no actuaba en favor del proletariado, ellos sabían que los padres de Mao iban dando limosnas antes de la revolución.
Se lee rapidito, si lees poco, una manera muy buena de iniciarte a 1984, que sí que es un poco más complejo, y si eres de esos que devora libros, un complemento ideal a este. Especial mención a el prólogo sobre la libertad de prensa, donde se puede entreleer cuál era el pensamiento del autor. Era de izquierdas, comunista tal vez, pero crítico con el comunismo de Stalin y contra cualquier totalitarismo.
En cualquier caso, 1984 hay que leerlo sí o sí, ya que cada día nos acercamos más a un mundo tal y como se lo imaginó Orwell. Sin ir más lejos, hoy, leyendo las normas de seguridad de Easy Jet sobre equipajes extraviados:
"Si piensas que es sospechoso, probablemente lo es"
O, extraído directamente de rebelión en la granja, hablando de que cada vez se apretaban más el cinturón en la granja:
Squealer siempre mencionaba esto como "reajuste", nunca como "reducción". Creo que no es necesario que diga a qué se parece hoy en día esta frase, está demasiado metida en nuestras cabezas como para que no salga a flote.