Joder tíos, lo que me ha pasado esta mañana si llego a verlo por la tele en lugar de pasarme a mí, os juro que me quedo pensando lo pasaos de vuelta que están los guionistas.
Bueno os cuento primero mi situación familiar porque si no no vais a entenderlo: padres separados, a mi padre lo tuve que tirar de casa yo a los quince o dieciséis, a los tres meses ya estaba con una (luego nos enteramos que desde antes de irse), al cumplir los 18 le dije que ya lo había visto bastante, hace unos tres años me enteré de que había tenido una cría, y desde entonces recibo todos los meses un número de la National Geographic pagado por él y todos los años una felicitación que va directamente a la basura sin pasar por la casilla de salida.
Y eso es todo lo que sé de él desde hace siete años. Creo que no me dejo na.
El caso es que estoy currando de cartero hasta fin de mes, un curro de puta madre, bien pagado, agradable y no muy cansado. Lo único que me jode es que hay cucarachas en la oficina, ayer se me subió una de medio palmo a la mano sin que yo me diera cuenta, la polla. Pues... voy yo esta mañana por ahí to contento con mi trabajo, pim pam, andando al siguiente patio, y veo un segundo a un tío que me recuerda un montón a mi padre sólo que muy cambiado, más viejo, canoso y con perilla, él creo que no me ve y se gira enseguida y se va, y yo me quedo un minuto ahí pensando... ¿será? ¿no será? Joder cómo se parecía... y nada, sigo con mi faena, tiene usted un certificado baje a recogerlo etcétera. A la hora y pico me meto en un patio a echar las cartas y mientras estoy en ello salen del ascensor una abuela y la nieta, yo me quedo mirando un segundo a la cría porque era to bonica, en serio una niña de estas de anuncio, graciosa la condenada. A la abuela ni la miro.
Sigo con las cartas y me pregunta la niña que qué hago, y le enseño una y le digo dos tonterías y sigo echando, y la abuela que ni me ha visto la cara me dice que vaya calor para trabajar. Y yo le digo que vaya. Y sigue hablando con la niña y me doy cuenta de que me suena su voz, y me acuerdo de que mi abuela tenía un piso en ese patio, y me acuerdo del tío de antes y de que su cría vendría a tener la edad de la niña. Y miro a la cara a la vieja, que estaba con la niña, y me doy cuenta de que es la madre de mi padre, y de que la cría, coño, que tiene mis ojos. Que es mi hermana, y mira que es guapa y que habla gracioso la muy cabrona.
Y me quedo un rato haciendo que echo cartas hasta que al final salgo y me voy al patio de al lado, y me dejo la puerta abierta y la vieja se pone ahí a hablar con otras dos mujeres que acababan de salir, y las tías venga a preguntarle a la niña que cómo se llamaba (Raquel) y que dónde estaba el Papa (en el despacho). Y una comenta que es compañera suya del hospital, y cuando se va mi abuela se ponen las otras dos a rajar, y el cartero allí de espaldas echando cartas y enterándose de todo.
Y bueno ya cuando me he quedado solo (que he estado a punto de girarme y decirles, perdonen están hablando de Paco Prieto, es que soy su hijo saben?, sólo por el morbo de ver qué pasaba) lo primero que he hecho ha sido llamar a mi madre y contárselo, y lo segundo llamar a mi novia y contárselo.
Bueno miento, lo primero que he hecho ha sido apoyarme en la pared porque se me ha quedao un cuerpo rarísimo.
En fin que... conclusión... no pienso mezclarme con esa gente porque estoy felicísimo desde que ellos van por su lado y yo por el mío. Pero me alegra ver que tengo una hermana tan preciosa.