Veréis... Hoy ha sido un día bastante normal... Pero ha muerto una persona con la que apenas he hablado una vez... En la flor de la vida... Buen amigo de un colega mío... Y me ha descolocado.
Me ha hecho plantearme la fragilidad del ser humano. Ponerme en la piel de sus amigos, de su familia... Me he planteado mi vida. Si mis amigos me llorarían. Si de verdad estoy enamorado de mi pareja. Si de verdad quiero seguir en una carrera que ni siquiera sé si me gusta y que no me está dando ninguna alegría. He pensado en mis padres. En mi relación con ellos. En sus reacciones y posibles reacciones en función de mis actos. En mi futuro.
Polvo al polvo. Somos seres insignificantes, a menudo irracionales, de vidas carentes de sentido. Estamos subyugados por lo que llaman "sistema". Somos una masa predecible, el resultado de una serie de circunstancias de probabilidad cercana al imposible.
Me encuentro algo... Deprimido. La búsqueda del autoperfeccionamiento y la mejor opción en cada ámbito de mi vida me corta las alas a la hora de fantasear. No podemos volar todo lo alto que querríamos, de hecho apenas podemos volar. Me atormenta el paso del tiempo hacia un futuro incierto y a la vez la lentitud en el desarrollo de una vida tan corta e insustancial. Quiero brillar, no sé cómo. Apenas tenemos tiempo para bailar en la pista. Creo que somos demasiado caóticos. Vivimos en el más absurdo desorden. Si fuésemos más organizados... En 20 años podríamos avanzar... madurar... crecer uniformemente lo que algunos llegan a tardar 30 o 40 años... O incluso no alcanzan.
No vamos al grano. Perdemos el tiempo. No sabemos en qué estadio de madurez están las personas de nuestro alrededor. Dos personas deben unirse en el mismo estadio o en algunos cercanos, pero casi nadie es sincero. Algún tabú que otro impide la transparencia, la comunicación. Tengo miedo de ser transparente. Mi tabú es la sociedad. Quién me va a comprender...
Buscaré evasión en la Divina Comedia. Si tengo tiempo...
