Esta noche no,
que va. Me despierto y
me levanto, tan lento
que no encuentro
el aliento ni el sueño
aquí a tu lado.
Hoy por la mañana
todo brilla, bajo unas nubes
que agrandan las pupilas
al beber y hablar
de cuanto no has podido
conseguir.
No, no hoy.
Ya me has roto otros días
cuando aún no estaban enteros.
Y me callo en mi silencio,
bajo tus propias palabras
vacías.
Aquí a tu lado.
Y si me acerco a la ventana
no estás tú.
Un alivio, siempre en mi cabeza.
Y por la mañana ya no
es esta noche.
Y alguien, en otra casa,
toca una flauta travesera.
Y el día sigue siendo igual
de malo,
pero joder,
esta vez, este momento
con mi cigarro y la flauta de alguien,
no vas a estropearlo.
Hoy, no.