Sin mucha sorpresa debido a las numerosas filtraciones HTC ha presentado hoy el HTC 10, el nuevo
smartphone de la compañía taiwanesa destinado a competir en la gama alta. Al igual que otros de su especie el terminal tiene al diseño por bandera pero no descuida los componentes internos.
De esta forma se nos presenta un teléfono inteligente con cuerpo
unibody completamente metálico con unos ligeros bordes biselados que lo separan del cristal. La pantalla QHD (2560 x 1440 píxeles) de 5,2 pulgadas esconde un procesador Qualcomm Snapdragon 820 y 4GB RAM que pueden verse acompañados de 32GB o 64GB de almacenamiento interno ampliables mediante tarjeta microSD hasta los 2TB.
La
cámara principal (HTC Ultrapixel 2) cuenta con un sensor de 12 megapíxeles, laser autofocus, estabilizador de imagen óptica, apertura de f1/.8, grabación de vídeo 4K y audio en alta definición (24-bit). La cámara frontal se debe conformar con un sensor de 5 megapíxeles. Como es habitual en los terminales de HTC se pone énfasis en el sonido al incorporar unos altavoces BoomSound Hi-Fi y una salida para auriculares con “el doble de potencia” que una convencional.
Todo ello gobernado por el sistema operativo Android 6.0 Marshmallow con la capa HTC Sense y alimentado por
una batería de 3.000 mAh con Quick Charge 3.0 (50% de la batería en 30 minutos) que se carga mediante un puerto USB Type-C. En el mismo conector podemos enchufar los
nuevos auriculares con cancelación de ruido ajustable firmados por JBL, que han sido presentados junto al HTC 10. Todo ello en un terminal de 145,9 x 71,9 x 9,0 milímetros y 161 gramos de peso.
El HTC 10 se pondrá a la venta en Europa a inicios de mayo en cuatro colores: negro, plata, dorado y rojo. Los interesados podrán elegir entre la versión de 32GB y 64GB con un precio que partirá desde los 799 euros.