Huawei, el tercer fabricante de teléfonos más grande del mundo por volumen de ventas y la
segunda marca más popular en España, ha tenido que salir al paso de las acusaciones de haber engañado a los consumidores después de reconocer el uso de memorias de rendimiento inferior al oficial en algunas unidades del
P10, su actual buque insignia.
Los problemas para Huawei comenzaron hace algunas semanas cuando los compradores del P10 desempaquetaron sus teléfonos y procedieron a corroborar las cifras reflejadas en los análisis de Internet. Algunos usuarios rápidamente se percataron de que los valores obtenidos tenían más en común con lo esperable de un dispositivo con memoria eMMC 5.1 en lugar de UFS 2.1 como señalaba el sitio de Huawei. En la práctica, esto implica un descenso de entre 550 y 750 MB/s a unos mucho más modestos 250 MB/s; una diferencia sumamente evidente a la hora de copiar archivos o instalar aplicaciones pesadas.
La situación se agravó cuando Huawei eliminó las referencias a la memoria UFS en la ficha técnica del P10 y retiró de su tienda de aplicaciones el
benchmark Androbench.
El pasado jueves el jefe de la división móvil de Huawei, Richard Yu,
reconoció oficialmente el problema en la red social china Weibo y culpó del mismo a la "seria escasez" de chips de memoria en una cadena de suministro que
no puede satisfacer la demanda del mercado, no sin asegurar que el usuario no debería apreciar diferencias en el funcionamiento diario del teléfono y que algunos competidores "retorcidos" estaban exagerando la situación para dañar a Huawei. Ahora, Yu ha vuelto a las redes sociales. Esta vez con la cabeza un poco más baja.
Según señala la agencia de noticias
Reuters, Yu ha publicado una carta inicialmente remitida a los empleados de Huawei en la que asegura que la controversia provocada por el uso de distintos tipos de memoria ha sido una "señal de alarma" para la compañía, y que anteriormente reaccionó a las quejas de sus clientes "de una forma arrogante".
La situación ha tenido que causar más daño del anticipado inicialmente, puesto que Yu señala en su carta abierta que Huawei ha creado un departamento con el propósito expreso de escuchar con mayor atención a sus clientes y que tomará una serie de medidas todavía desconocidas.
El uso de distintos tipos de memoria no es el único asunto que ha enturbiado el lanzamiento del P10, puesto que algunos usuarios también se percataron en su momento de que algunos teléfonos no tenían aplicado un tratamiento oleófugo en sus pantallas,
sino en el protector de pantalla pegado a las mismas. Según Yu, esto se puede explicar porque la tecnología de recubrimiento utilizada originalmente daba problemas en combinación con el cristal Gorilla Glass 5 y su sistema táctil
in-cell.
Fuente: Reuters