Hace apenas cinco años guiarse por las puntuaciones de un teléfono en
benchmarks como GFXBench era un deporte de riesgo. Prácticamente todos los fabricantes tomaban medidas para inflar sus cifras en unos análisis que cada vez más se centraban en los apartados técnicos de los últimos y más punteros smartphones, hasta que una serie de investigaciones puso fin estas prácticas. Desde entonces la mayoría de las casas han dejado de alterar el funcionamiento de sus teléfonos de forma torticera, pero hay excepciones. Huawei y su división Honor son dos de las más recientes.
AnandTech, que fue una de las primeras publicaciones en investigar la aceleración selectiva del hardware por encima de sus límites "de fábrica", ha podido comprobar que los
Huawei P20 y
Honor Play detectan la ejecución de
benchmarks para desactivar las protecciones por sobrecalentamiento y consumo excesivo, mejorando sus puntuaciones de forma potencialmente artificial.
Esto ha sido posible porque AnandTech utiliza una versión personalizada de GFXBench que no puede ser identificada por el software de los teléfonos, de forma que la ejecutan como si fuera cualquier otra aplicación exigente en cuanto a consumo de recursos. Las divergencias se aprecian cuando se lanza la versión pública del
benchmark, que sí es detectada por los teléfonos. Entonces se desactiva el
throttling y el Honor Play pasa de dar 66,54 FPS en el test T-Rex Offscreen a 127,36 cuadros. También sube el consumo, saltando de 4,39 a 8,57 vatios.
AnandTech se ha puesto en contacto con Huawei antes de publicar su artículo, que sorprendentemente ha reconocido los hechos de forma muy abierta. Más llamativo aún es su razonamiento: si Huawei hace trampas en lso
benchmarks es porque
otros fabricantes chinos también lo hacen..
Tal y como señala AnandTech, Huawei parte de una situación de inferioridad gráfica con sus teléfonos, puesto que los
chipsets Kirin no integran las últimas GPU como los Snapdragon de última generación. Cualquier mejora que pueda lograr en este aspecto, aunque simplemente sea sobre el papel, puede ayudar a mejorar el boca a boca y vender más dispositivos.
El descubrimiento de estas trampas se produjo cuando AnandTech estaba analizando el funcionamiento de la tecnología GPU Turbo de Huawei, que precisamente ha sido desarrollada para mejorar el rendimiento gráfico de sus
chipsets. GPU Turbo es un avance real y con resultados perceptibles, señala la publicación, pero se aplica por ahora en unos pocos juegos concretos y no tiene impacto alguno en los
benchmarks. Tampoco es lo mismo que desactivar el
throttling y/o subir ciclos, puesto que lo que hace GPU Turbo es regular el funcionamiento de la unidad gráfica para que trabaje de forma más eficiente.
AnandTech cierra su artículo con algunas declaraciones que sin duda habrán sentado mal en las oficinas de Huawei:
Honor intenta promocionar el Honor Play como un teléfono para juegos, realizando atrevidas afirmaciones sobre su rendimiento y experiencia. Es una estrategia de marketing bastante valiente dado el hecho de que el SoC utilizado por el teléfono es actualmente el peor de su generación cuando hablamos de juegos [...] Esperamos ver en el futuro un marketing más responsable y sincero, puesto que los materiales de este verano fueron bastante increíbles, en el peor sentido de la palabra.
Más allá de que fabricantes rivales como
Meizu y OnePlus también hagan trampas, es evidente que Huawei es perfectamente consciente de que sus
chipsets Kirin han sido hasta ahora bastante deficitarios en lo tocante con los gráficos. El lanzamiento del nuevo
Kirin 980, no obstante, debería resolver esta situación, y con suerte poner fin a este tipo de prácticas.
Fuente: AnandTech