- Al ciudadano medio le importa un jodido huevo de pato la realidad.
Seguramente, en algún lugar del ancho mundo, un huevo de pato sería algo importantísimo, pensé.
- ¿La realidad? ¿A qué te refieres?
- ¡A la realidad, tío! ¡La jodida realidad! Toda esta mierda fabricada en serie no es NADA, joder. Su jodida ropa de marca, las puñeteras hamburguesas que devoran, sus televisores de tropocientas pulgadas, sus coches, toda esta aparente civilización. NADA.
- Vale. ¿Cuando empezamos a hacer explosivos con jabón?
- Mierda tío, mierda. No me vaciles, joder. Ya sabes de lo que te hablo, ostias. Monos jugando a ser dioses. La estamos cagando, tío. La estamos cagando pero bien cagada. Consumimos mierda a ritmos desenfrenados. Y dentro de poco no va a haber mierda para todos ¿sabes? Joder, la mierda tiene un jodido límite.
"La mierda tiene un jodido límite". Alguien debería anotar eso.
- Bueno, no sé. Supongo que el siglo XX ha sido un poco loco, pero...
- ¡Pero nada, ostias! -es curioso ver como la gente se cabrea sola- Joder, ¿no lo entiendes? ¡Nos hemos cargado el jodido planeta! ¿Y para qué? ¿Eh? ¿Para qué?
- Ilumíname.-Antes de entrar al bar, jamás habría imaginado poder tener una conversación como esta. Adoro a los desconocidos.
- ¡Para NADA! ¡Una jodida nada tan absoluta que asustaría al jodido Satán, me cago en Dios! ¿Tú crees que somos mejores ahora que cuando estabamos recogiendo plátanos por los árboles? ¿Eh?
- Hombre, mejor es un concepto relat...
- ¡MIERDA! ¡Ni relativo ni ostias, joder! ¡Somos unos putos mierdas que no tendrían que haber bajado jamás de los jodidos árboles, joder!
- Bueno, si te pones así, al final nada vale para nada...
- ¡AHORA sí me entiendes, joder!
- Quiero decir, al final, pero al final, final, seremos absorbidos por el sol, que a su vez será absorbido por no sé qué, y al final toda la materia quedará concentrada, de nuevo, en un sólo punto, y, bueno, sí, la futilidad de la existencia y eso. Pero visto así, tampoco importa la mierda en serie. Ni si está, ni si no está.
- ¿Eh? ¿Qué? ¿Que mierda tiene que ver el sol en esto, joder? ¿Te hablo de la jodida sociedad de consumo, y tú me vienes con no sé qué del sol, y la materia, y no se cual? ¿Pero qué me estás contando?
- No sé. ¿Qué me estás contando tú?
- ¡La sostenibilidad, joder! ¡Los recursos! Joder, joder, joder, estoy tratando de resolver un jodido problema, me cago en todo.
- ¿Dando la murga a un desconocido en un bar?
- Joder. Joder, joder, ¡joder! No me vaciles, tío. Ni se te ocurra vacilarme, ¿vale? Estoy tratando de que entiendas algo, joder.
Un gran trabajo, sin duda.
- Vale, vale. La realidad. ¿Qué es la realidad? Si me dices que "impulsos eléctricos que interpreta tu cerebro" me largo cagando leches. Paso de pastillas.
- ¿Eh? No, osea, sí, bueno, impulsos eléctricos. No lo había pensado.
- ¡Epa!
- Osea, no, no, no es eso. La realidad.-Hizo una pausa más larga de lo que hubiera deseado. Tampoco es que deseara una pausa de una duración concreta, pero me pareció excesiva.- Bueno, la realidad es que somos monos, ¿sabes? Estamos programados para comer, cagar, y reproducirnos, ¿sabes? -Sí sabía, sí.- Entonces, ¿porque tanta parafernalia? Quiero decir, los coches, las fábricas, todos esos juguetes caros... ¿para qué? ¿Eh? Joder, dame plátanos y coños, ostias.
Plátanos y coños. La realidad. Ey, ¿porqué no?
- Bueno, entonces la realidad son plátanos y coños.
- Eso es.
- Y lo demás son cosas que... ¿qué?
- No sé, tío. Son cosas que nos inventamos, ¿sabes? Como para darnos importancia. Pero somos monos. Jodidos monos flotando en una roca.
Monos espaciales. Tal vez, al final, sí que me esté imaginando a este tío.
- Vale. Somos jodidos monos. ¿Y qué?
- Bueno, eso, ¿sabes? Que si le das a un jodido mono un tenedor, acaba sacándole un ojo a alguien, tío. ¿Sabes lo que te digo?
- Deberíamos prohibir los tenedores.
- ¿Eh? Joder, tío, ya vale, ¿no? Osea, sabes de lo que te hablo.
- Sí, sí. Pero sigo sin ver la solución. -También me costaba esfuerzo ver el problema, la verdad.- ¿Qué propones?
- No sé, tío... volver a los orígenes, ¿sabes? Frenar un poco. Yo que sé. ¿De verdad hace falta tanta mierda para ser feliz?
- Yo diría que la mierda nos distrae del hecho de que no somos felices.
- Eso es, joder. Eso es. No somos felices, tío. No somos felices desde que bajamos de los jodidos árboles, tío. Es, no sé, como un jodido sinsentido, ¿sabes? Quiero decir, ¿porqué demonios no somos felices?
- Yo soy feliz. No sé, no tengo mayor problema...
- ¡Y una mierda, tío! ¡Una mierda de pato, joder! Tú no eres feliz, ostias. Tú eres un jodido mono con tu jodida ropa de marca, y tus jodid...
- Vale, vale. Me engaño a mi mismo, y esta máscara de felicidad esconde la más negra pena por no ser un jodido mono. Me has descubierto.
- ¡MIERDA!
Y, con brusquedad, se fue. Espero volver a verle algún día.