Sí amigos, el mundo es injusto incluso en casos como éste.
Resulta que esta tarde, en el negocio familiar -concretamente es un bar- nos han birlado alrededor de 1.200€. Así, sin despeinarse; el dinero se guarda en una caja de cartón, que casualmente tenía esa suma para pagar el alquiler y otras cosas. Pues en un descuido, a una hora en la que no hay nadie, el listo/a ha alargado la mano y ha desaparecido. O eso creemos, que aún estamos dilucidando qué cuernos ha podido pasar.
Ya véis. Con toda la gente a la que se le puede robar, el colega elige nada más y nada menos que a gente que se deja los cuernos 16 horas al día (sábados y algunos domingos incluídos) para ganarse las lentejas.
Puesta la denuncia, parece que el seguro, por lo que comenta cierta persona entendida en el tema, no va a pagar un duro en estas circunstancias. Lo cual no deja de ser igualmente miserable, porque de tratarse de un robo (haciendo uso de fuerza, violencia, intimidación...) lo habría cubierto.
Ya tengo más que comprobado que las desgracias no vienen solas, pero la cosa está alcanzando niveles realmente absurdos en mi caso. Bien podría ser el guión de una película de humor negro. ¿Nunca habéis tenido una racha tan increíblemente mala que llega a resultar hasta absurda?
En fin, que estamos apañados...