Es un juego que parece haber tomado como filosofía el hacer un Moto GP2 más PGR2 con motos. Mientras el control sea igual que en su secuela y mejoren la I.A. no iremos mal.
La propuesta de esos dos modos de juego puede dar mucho de sí. Al fin y al cabo es todo el juego que nos vendían más aparte las ciudades. Mientras este segundo aspecto no haya hecho mermar en nada el mimo de la primera, que para mí es lo principal y clave, lo agradeceré.
Ahora, un híbrido poco mimado no lo quiero.
Tengo fe, se lo han ganado con las dos precuelas.