Por: Cristian Bascuñana Soto
Ríos de tinta se han vertido desde el anuncio de Rockstar y sus intenciones de desarrollar Bully, rebautizado el pasado jueves como Canis Canem Edit –del latín perro come a perro-. Por su temática, y una vez más, la polémica estaba servida; desafortunadamente vivimos en un mundo donde algunos todavía achacan comportamientos patológicos a la influencia de los videojuegos.
La temática y objetivo principal de CCE es meternos en la piel de Johnny Hopkins, un crío rebelde con cara de pocos amigos que empieza el curso en un nuevo instituto en el que hará la vida imposible a todo ser viviente. Hasta hace apenas cuarenta y ocho horas nadie, incluidos los mayores enemigos y detractores de CCE habían tenido la oportunidad de ver el juego en movimiento y de conocer qué enfoque se le había dado al título.
Por ello os pedimos que en este punto olvidéis todo lo que habéis escuchado o leído acerca de Bully o Canis Canem Edit, ya que tras noventa minutos de hands-on exclusivo para España y como el primer medio nacional que ha tenido acceso directo al juego, desde MeriStation os contamos en primera persona todo lo que debéis saber del nuevo título de Rockstar Vancouver.
Bienvenido a Bullworth, novato
Las cosas no pueden pintar peor para nuestro pequeño hombre, Johnny Hopkins. Nos encontramos en un coche conducido por un hombre, el cual nos acabamos de enterar hace unos minutos que es nuestro nuevo padrastro, y acompañado por nuestra madre, vamos destino a Bullworth Academy, donde pasaremos el próximo año internados, ya que nuestros progenitores, por así llamarlos, se van de luna de miel ¡por un año!.
Nos dejan en la puerta principal de la academia y el panorama es poco alentador: todo el mundo nos mira con cara de pocos amistades, somos victima de nuestra primera lluvia de collejas, un friki presidente del club de ajedrez parece ser la única persona dispuesta a ser nuestro amigo y lo que es peor, llegamos tarde a clase.
Tras ello por fin podemos hacer un pequeño break. Después de deambular arriba y abajo por la academia hemos llegado a lo que parece ser nuestra habitación. Naturalmente, el mayor de los desórdenes reina por completo en nuestra pequeña cuadra, algo natural tratándose de un joven de tan solo quince años. Nuestra habitación actúa como principal centro de operaciones, donde podremos guardar nuestro progreso en cualquier momento, además de nuestra ropa, algo muy importante como ya veremos algo más adelante.
Según vayamos avanzando y superando objetivos, se nos irán otorgando pequeños ítems a modo de trofeo, con los que paulatinamente iremos adornando nuestro pequeño santuario, haciendo mucho más fácil quedarnos embobados mirándolos y caer dormidos como un bebé, dicho sea de paso, algo que Johnny debe intentar escaquearse lo menos posible. Cada día, a partir de las ocho de la tarde, podremos dirigirnos a nuestro cuarto y dormir, de lo contrario, si decidimos pasar la noche en vela, el dia siguiente el pequeño Mr. Hopkins se encontrará notablemente cansado y torpe. Esto repercutirá directamente en nuestro tiempo de reacción, donde en ocasiones incluso llegaremos a ver borroso, perderemos ítems y en general, dificultará enormemente nuestra actividad diurna.
Salvado por la campana
Como en la vida real, cuando menos lo esperas suena el timbre, indicándonos que debemos asistir a clase. Aun teniendo la libertad de ir o no a ellas, hacer campana solo nos acarreará problemas ya que durante el horario lectivo, de ser cazados por el personal del centro seremos el afortunado ganador de un viaje en primera clase al despacho del director. De tratarse de la primera o segunda visita, se nos dará un aviso oral o escrito respectivamente, siendo la tercera visita motivo de castigo tal como pegarnos una mañanita cortando el césped o bien quitando la nieve en los patios exteriores. En cualquier caso y por si no ha quedado claro, actividades en ningún caso divertidas.
Por otra parte, ir a clase nos será de gran ayuda durante nuestra gran cruzada. Al margen de mantenernos alejados del despacho del director, según vayamos superando los retos impuestos en horario lectivo, iremos ganando nuevas habilidades con la que afrontar el día a día será mucho más facil. El desarrollo de las clases está planteado de diferentes maneras, normalmente muy al estilo Parappa the Rapper, esto es, secuencias de botones que deberemos pulsar en el momento oportuno. De superar con éxito las correspondientes asignaturas, iremos adquiriendo nuevas habilidades, como por ejemplo, fabricar bombas fétidas caso de tener éxito en la asignatura de química.
El día a día en la academia
Salimos de clase y somos atropellados por un chico con jersey a cuadros y gafitas, totalmente alarmado, que nos pide ayuda ya que un amigo suyo está a punto de recibir, cortesía de la chusma del lugar. Sin comerlo ni beberlo nos acabamos de meter en la primera misión, y por si no lo habíais adivinado, hemos de salir por piernas a defender al pobre chaval.
Nos dirigimos al lugar de los hechos, guiándonos mediante el radar situado en el extremo superior derecho de la pantalla, el cual nos mostrará en todo momento los diversos lugares susceptibles de ser visitados, muy similar al sistema empleado en GTA. Retomando los hechos, tenemos el tiempo justo antes que el pobre empollón sea linchado, con lo que apretando X como posesos nos plantaremos allí en un momento. Naturalmente, Johnny tan solo tiene quince años, así que el uso y abuso del comando no propiciará el cansancio de nuestro pequeño hombre.
Una vez allí, el salir victorioso dependerá únicamente de dos botones. El sistema de lucha se ha simplificado en cuadrado y triángulo, donde los demás controles quedan relegados a funciones de targeting o comandos accesorios como puede ser una frase humillante al final de una pelea. Tras completar una misión, seremos obsequiados de diferentes maneras, ya pueda ser un item o bien, poco a poco, irnos ganando el respeto de una comunidad.
Las diferentes comunidades se ajustan bastante a los estereotipos creados por todas esas películas ambientadas en institutos. De este modo, podemos encontrar tres grupos bien diferenciados dentro de la academia, a saber; los NERDs, normalmente esquivos y objetivo de numerosas canalladas, los ricos, bien vestidos y ubicados en un pabellón aparte y lo que comúnmente denominaríamos la chusma, entallados en camisas blancas y altamente conflictivos. Naturalmente, nos encontraremos con casos extremos en todos ellos, a destacar el típico grandote con pocas luces engañado por algún listillo para atizar al que menos culpa tiene.
Afortunadamente, las misiones que nos serán asignadas no siempre se basan a la expuesta unas líneas arriba, ajustándose mucho más a la vida estudiantil de un crío de quince años y queriendo en cierto grado, hacernos revivir esas hilarantes situaciones que todos hemos vivido en nuestros años mozos. Conforme pasen los días y nuestro progreso sea más patente, podremos abandonar el recinto académico y visitar el pueblo, enclave vital en el desarrollo de la historia.
El pueblo complementa perfectamente a la escuela en el sentido que, encontraremos diversidad de ubicaciones tales como tiendas, donde podremos comprar nuevos uniformes, una barbería donde deberemos asistir asiduamente para cambiar nuestro look –no pretenderemos entrar en la facultad rica con la cabeza rapada, una raya al lado es más apropiada- y que repercutirán directamente en nuestro guardarropa. Así pues, con la llegada del invierno deberemos adecuar nuestra manera de vestir, de lo contrario, Johnny se agarrará un trancazo antológico lo cual hará que su rendimiento se vea afectado.
Al disponer de una mayor área de juego, podremos usar diferentes medios de transporte, ya sea un monopatín o una bicicleta, la cual podremos ir añadiendo accesorios según vayamos avanzando. Al margen de estos dos medios, hay diferentes paradas de autobús ubicadas estratégicamente por el mapeado, que nos llevarán directamente a la academia.
Y hasta aquí llegamos en nuestro exclusivo pero corto hands-on, si bien, dos responsables de Rockstar nos comentaron algunas otras cosas que no pudimos ver. El juego contará con cincuenta misiones que deberán ser completadas para finalizar el título, a las que se sumarán veinticinco más accesorias, ya sea en forma de minijuegos o bien de carácter extraescolar, como por ejemplo, cortar el césped a un vecino.
Ellos mismos estimaron el juego en unas 50 – 60 horas de duración, una cifra para nada despreciable. En cuanto a las armas, todas ellas se centran en el material que podemos encontrar en un centro educativo, de modo que nuestro arsenal quedará compuesto por huevos, bates de béisbol, borradores, etc. No se han incluido armas blancas, así como también se ha prescindido de utilizar sangre, luxaciones y por supuesto, muertos en todo momento.
Gráficamente dista mucho de tocar techo en ps2, debido en parte y según sus responsables al toque desenfadado que han querido imprimir al título. Sin embargo, para nada está descuidado y goza de unos entornos muy detallados así como de unos personajes excelentes, a destacar el gran trabajo realizado con la sincronización labial, a sabiendas que todas las escenas corren sobre el motor del juego.
En el aspecto sonoro nos encontramos como de costumbre en los titulos de Rockstar, unos trabajadísimos diálogos que nos arrancaran más de una carcajada, eso sí, en perfecto inglés. Esta vez no se han incluido melodías licenciadas, dando paso a temas de composición propia y que según la situación nos pondrán a tono de lo que va a suceder, sin duda, todo un acierto.
En resumidas cuentas, Rockstar está ultimando lo que posiblemente sea uno de los super ventas de estas navidades, ya que lo poquito que vimos, nos gusto, y mucho. Quedan todavía varias cosas por desvelar así como un sistema de cámara que en ocasiones no da la talla, aunque tratándose de una versión beta suponemos que quedará subsanado. El veredicto final, el 27 de octubre. Quedáis avisados.
Fuente:
Meristation
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Dios, que ganas le tengo al condenao
..saluDoS..
