Mucho cuidado. Elegir al sucesor del Hombre Lagarto sólo le corresponde al Hombre Lagarto.
Nosotros podemos proponer candidatos, pero será él, y sólo él, quien en su sabiduría podrá elegir a quién otorgar el testigo de la grandiosidad y el frikismo, lo que nos comunicará mediante alguna señal inequívoca.
Cierto es que muchos candidatos anhelan continuar la estela del Hombre Lagarto, pero hay que ganárselo a pulso. Unas simples capturas o un video absurdo no es suficiente. Eso sólo lo consiguió el Hombre Lagarto con sus increibles imágenes.
Dudo mucho que el fenómeno vuelva a repetirse, aunque quien sabe.