Tener un delineante con dominio de programas de diseño 2D y 3D, Photoshop y Adobe, Sketchup, 3D Max-Autodesck o similares; un dibujante, una persona de administración, tres ordenadores, dos impresoras, un plotter, y experiencia mínima acreditable de cinco años en proyectos de decoración en edificaciones públicas.
Felicidades. Si cumple estos requisitos, puede competir por hacerse con el proyecto de diseño interior de las nuevas zonas de embarque del Aeropuerto de Gerona-Costa Brava, que cuenta con un plazo de ejecución máximo de tres meses (cualquier retraso se penalizará) y que consiste en proyectar una nueva zona de descanso de 100 metros cuadrados y otra de trabajo de 12 metros, ambas dotadas de todo tipo de conexiones para dispositivos móviles, sillones, mesas altas, lámparas y televisión; dos espacios que deberán estar vestidos con "materiales de alta calidad, resistencia, nulo o muy bajo mantenimiento y muy fácil de limpiar", dicta Aena.
Eso sí, el trabajo exige realizar un número indeterminado de entrevistas con Aena, en las que se deberán ofrecer recomendaciones de mobiliario o materiales "incluyendo muestras físicas cuando sea necesario", buscar opciones con diferentes proveedores de materiales, hacer la definición final del mobiliario, iluminación, acabados, materiales, detalles constructivos... y preparar presentaciones preliminares con plantas de distribución de espacios y bocetos para su revisión por parte de Aena.
El Presupuesto? Mil euros como máximo y todos los gastos indirectos se consideran incluidos en este precio. Si no hay bajas, sale una media de 333 euros al mes, dividos entre los tres profesionales que exige la empresa pública, resultan 111 euros por persona brutos, sin contar el coste que tiene para ellos desarrollar este trabajo.
Este ejemplo ha colmado el vaso de la paciencia de Tecniberia, patronal de las grandes firmas de ingeniería de España, que junto a Fidex, la otra gran asociación del sector, lleva años peleando con las Administraciones Públicas para que se reconozca la transcendencia del trabajo intelectual de estos trabajos, cuya devalución ha llegado a unos límites como el que arranca este artículo, donde elaborar el estudio del diseño interior de las nuevas zonas de embarque de un aeropuerto vale menos que el último iPad.
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http://www.elconfidencial.com/empresas/ ... x_1226724/Venga a ver si así nos animan a estudiar las carreras del progreso. Así claro que hay trabajo