Ahora que lo miro si parece que este como una foca y controle las calorías... en realidad no es así, sigo un entrenamiento muy especifico y disciplinado, ¿porque?... he olvidado el motivo pero no podría vivir de otra forma, el lunes no toca caprichos, solo el viernes que es el único dia de descanso y puedo tomar algo de azucares refinados, y YA a pasado... ese flan jamás volverá a mi vida, he visto cosas horribles en mi vida sin pestañear, pero cada vez que recuerdo esa dulzura con el insecto... la ilusión... destapar lentamente esa brillante tapa dispuesto a lamerla cual perro, el olor a azucar quemado y deliciosa artesania, como ese especial amor que siento por el flan cosquillea toda mi piel y eriza mi bello, y derrepente... esa cosa negra... fea... ahogada en MI flan, ensuciandolo, destrozandolo junto la poca humanidad que me queda en lo profundo del corazón, es como un puñetazo a un picass... no... apenas cambiaría el cuadro, hm.. a un Da Vinci.
¿¡Porque nadie puede entender como me siento!?
Imaginense su comida favorita, que han estado esperando durante dias, que han ido a buscarla o prepararla con amor y ilusión, derrepente aparece Belen Esteban, se urga la nariz y pone el dedo en la comida.
Asi me he sentido yo!