A mediados de agosto Intel hizo oficial su octava generación de procesadores Core con el anuncio de una nueva familia de productos diseñados específicamente para portátiles y equipos de bajo consumo. Esos chips no eran otra cosa que una
revisión de la arquitectura Kaby Lake, conocida oficiosamente como Kaby Lake (R). Hoy la firma estadounidense ha dado un paso más significativo con el debut de Coffee Lake, una nueva gama diseñada para equipos de sobremesa.
Estos nuevos procesadores Core de octava generación se caracterizan por aumentar el número de núcleos de procesamiento de forma muy significativa. Como astutamente señalan en
ArsTechnica, Intel no hacía una ampliación de números fuera de su
gama de alto rendimiento HEDT desde el Core 2 Extreme QX6700 de 2006.
Si esta jugada obedece a
presiones externas es algo que se desconoce, pero lo cierto es que Coffee Lake supone un importante cambio en la trayectoria de los chips de consumo de Intel.
Más núcleos y más potencia sin cambiar microarquitecturasDe acuerdo con la información oficial Coffee Lake utilizará núcleos de CPU Skylake en combinación con núcleos de GPU Kaby Lake, aunque previsiblemente a una mayor velocidad para incrementar su rendimiento. Dicho de otra forma, esta nueva generación (que estará basada en un proceso 14 nm++) no supone un punto y aparte en las microarquitecturas de Intel, sino una evolución bastante progresiva a pesar del aumento de núcleos.
La familia Coffee Lake contará inicialmente con seis procesadores distintos. El modelo inicial será un Core i3-8100 con cuatro núcleos y una frecuencia base de 3,6 GHz. Debería ofrecer unas prestaciones interesantes para la categoría en la que jugará, compitiendo con los
Ryzen 3 (el TDP es de 65 W). También habrá dos chips Core i5 de seis núcleos (8400 65 W y 8600K 95 W), situados justo por debajo de un Core i7-8700K de 359 dólares que coronará la gama con seis núcleos, 12 MB de memoria L3 y un TPD de 95 W.
De acuerdo con la literatura oficial, los nuevos Coffee Lake proporcionarán un aumento de rendimiento bastante superior a los chips de séptima generación. Concretamente Intel señala un aumento de FPS del 25% jugando a Gears of War 4 si se compara el actual Core i7-7700K con el nuevo Core i7-8700K, así como una mejora de velocidad del 45% jugando, haciendo streaming y grabando PlayerUnknown’s Battlegrounds. De nuevo, hablamos siempre de cifras oficiales.
Precios posiblemente más elevados y nuevas placasEl énfasis de Intel en ofrecer unas mayores prestaciones e incrementar el número de núcleos repercutirá en las tarifas. El Core i3 más básico partirá de los 117 dólares en Estados Unidos, mientras que el Core i7 más avanzado se ira a los 359 dólares. Esas son las tarifas por cada chip pedido en lotes de 1.000 unidades, así que el PVP que verán los consumidores debería ser obviamente mayor.
Los nuevos procesadores Coffee Lake utilizarán placas basadas en un chipset idénticamente nuevo llamado Z370. Ofrecerá soporte para memoria DDR-2666, Thunderbolt 3, USB 3.1, HDMI 2.0a y unidades SSD auxiliares
Intel Optane. Teóricamente el chipset Z370 ofrecerá nuevas posibilidades a la hora de afinar el rendimiento de los procesadores Coffee Lake, supuestamente más fáciles de
overclockear.
De acuerdo con Intel, los nuevos chips Intel Core de octava generación deberían llegar a las tiendas el próximo cinco de octubre.
Fuente: Intel