Actualización: Intel y Mobileye han emitido un
breve comunicado para confirmar la adquisición a un valor empresarial de 14.700 millones de dólares. El fabricante de procesadores estima un mercado de 70.000 millones de dólares en "sistemas de vehículos, datos y servicios" para el año 2030.
Noticia original: A finales del año pasado Intel anunció el establecimiento de una división encomendada con la misión de desarrollar
nuevas tecnologías aplicadas al ámbito de la conducción autónoma. Con un presupuesto inicial de 250 millones de dólares, el Automated Driving Group o ADG no parecía una iniciativa particularmente bien financiada, pero es que el gigante de los procesadores se guardaba un as en la maga.
Hoy se ha sabido que Intel entrará por la puerta grande en este pujante mercado con la compra de la israelí
Mobileye, una de las compañías más importantes de todas las que trabajan en tecnologías aplicadas al coche sin conductor. Según el diario
Haaretz, la operación se ha valorado en 15.000 millones de dólares. Fuentes consultadas por
TechCrunch (que pone un precio de 16.000 millones de dólares) señalan que Intel y Mobileye oficializarán la noticia al cierre de los mercados.
Virtualmente desconocida por el gran público, Mobileye es una firma pionera en el desarrollo de cámaras, software y todo tipo de sistemas relacionados con tecnologías de asistencia a la conducción y vehículos autónomos. Marcas tan importantes como Volvo, Nissan, Opel, Audi y BMW utilizan sus cámaras y radares en sus respectivos sistemas anticolisión, un campo en el que Mobileye se ha labrado una reputación particularmente robusta durante la última década.
Mobileye adquirió cierta relevancia en los medios por su corta y turbulenta relación con Tesla. El fabricante de vehículos eléctricos utilizó la tecnología de conducción autónoma de Mobileye durante un breve periodo de tiempo antes de sustituirla por una combinación de hardware y software diseñado internamente después de que el conductor de un Model S dotado con la primera generación del sistema
Autopilot sufriera un
accidente mortal. Antes de eso Tesla ya había acusado a Mobileye de haber querido impedir que Tesla desarrollara su propia tecnología de conducción autónoma.
Más allá de los datos puramente económicos, la compra de Mobileye por parte de Intel es significativa por sus implicaciones. Al margen de que 15.000 millones de dólares sea una cantidad de dinero
exuberante incluso para Intel, este movimiento estratégico evidencia la imperiosa necesidad del fabricante de procesadores de diversificar su negocio después de ser derrotada por Qualcomm en el mercado telefónico.
El coche autónomo es una importante tecnología emergente todavía sin líderes definidos, por lo que Intel aspira con la compra de Mobileye a solidificar su presencia antes de que otras compañías (
como la propia Qualcomm, pero también
Nvidia,
Baidu,
Uber o
Google) tengan oportunidad de asentarse. Se da la circunstancia de que Intel, Mobileye y BMW ya trabajaban juntas de cara al lanzamiento de un coche totalmente autónomo en el año 2021.
Fuente: Haaretz