A mediados de 2015 Intel dio a conocer el desarrollo de una nueva gama de unidades SSD profesionales englobadas bajo la denominación
Optane. Estos productos se caracterizarían por ofrecer unas prestaciones fulgurantes fruto del uso de la tecnología de memoria
byte addressable 3D Xpoint, gracias a la cual Intel y sus socios de Micron aspiran a ofrecer dispositivos de almacenamiento capaces de funcionar como si fueran módulos RAM de gran tamaño. Esta apuesta da ahora sus frutos con el lanzamiento de las tarjetas
P4800X.
Orientadas al mercado profesional (y no precisamente al general, sino a industrias muy concretas), las nuevas tarjetas Intel P4800X ofrecen una velocidad de transferencia secuencial de 2.400 MB/s y 2.000 MB/s en modos de lectura y escritura, respectivamente. Lo cual está muy bien, pero tampoco supone una revolución. Lo realmente interesante de estas unidades es que su latencia ha sido reducida a
extremos infinitesimales (10 µs) si se compara con el de otras unidades SSD.
Intel anunció su tecnología de memoria 3D Xpoint en 2015. Esto hace posible llevar a cabo una gran cantidad de operaciones por segundo incluso bajo condiciones escasamente óptimas, cuando la mayoría de los fabricantes de unidades SSD asumen siempre el mejor de los escenarios posibles. De acuerdo con Intel, el rendimiento de sus tarjetas en este aspecto se ha estimado en 550.000 IOPS en modo lectura y 500.000 IOPS en escritura. Más aún, el fabricante señala que su memoria retiene su latencia con el paso del tiempo (algo que no es posible en el caso de otros productos).
Otro detalle interesante de la memoria 3D Xpoint es que utiliza escritura no destructiva. Esto significa que las unidades SSD que integren estos chips serán mucho más fiables para un uso continuado o incluso intensivo, soportando hasta 30 ciclos de escritura al día en lugar de los 0,5 a 10 que serían habituales. Y este detalle es el que nos lleva a la que posiblemente sea la característica más destacable de las tarjetas P4800X: pueden ser utilizadas como si fueran memoria RAM.
Asumiendo que la máquina en cuestión tenga el hardware adecuado (actualmente están soportados los procesadores Intel Xeon E5-x6xx v2 y E7- x8xx v2 o posteriores), será posible utilizar una o varias tarjetas P4800X prácticamente igual que si fueran módulos de memoria RAM absolutamente masivos. Para ello Intel ofrecerá un software de control (de pago) denominado Memory Drive Technology, que es esencialmente invisible al sistema y se encarga de combinar la memoria RAM DRAM del sistema con el espacio SSD asignado por el administrador.
Lo cierto es que la memoria de las nuevas unidades de Intel ofrecen una latencia y un ancho de banda significativamente peores que la de la DRAM convencional (Intel señala aquí que su software puede optimizar ciertas labores para hacer que sus tarjetas sean incluso más rápidas bajo ciertas condiciones de uso muy determinadas), pero a cambio ofrecen cantidades masivas de memoria a un precio sensiblemente inferior. Algo fundamental en entornos donde la cantidad es mucho más preciada que la velocidad. En este sentido, sería posible configurar servidores Xeon con hasta 12 TB de RAM y
hasta 48 TB de memoria en tarjetas Optane.
Las unidades Optane estarán dirigidas por ahora al mercado profesional, pero Intel hará lo posible para acercar su tecnología de memoria 3D Xpoint al mercado de consumo. Llevará un tiempo.
Las primeras unidades de 375 GB están disponibles desde hoy mismo con carácter limitado a un precio de 1.520 dólares, dejando pendiente su distribución abierta para la segunda mitad del año. Antes de eso se sumarán una tarjeta PCIe de 750 GB y una unidad U.2 de 375 GB en el segundo trimestre, con variantes de 1,5 TB previstas para la segunda mitad de 2017. Más adelante Intel lanzará unidades en formato DIMM.
Fuente: Intel