El pasado 15 de octubre, Intel publicaba los
resultados financieros del tercer trimestre. Dichos resultados fueron favorables, sumando en total unos ingresos de 13.480 millones de dólares frente a los 13.460 millones de dólares en el mismo período el año pasado. Esto supone un incremento de 20 millones de dólares, algo poco apreciable cuando hablamos de cifras tan altas.
El boom en ventas de tabletas y
smarphones está provocando un
descenso acusado en las ventas de PCs, principal sustento de los procesadores fabricados por la compañía Intel. Por lo tanto, tal vez se estén replanteando nuevas estrategias para el futuro, estrategias que pueden pasar por aliarse con la competencia móvil. Así al menos lo afirma
Forbes. Según las explicaciones de Altera (empresa asociada de Intel) durante una conferencia para desarrolladores ARM, los planes de la compañía pueden pasar por fabricar para terceros procesadores con diseño ARM de 64 bits.
La mayor empresa fabricante de circuitos integrados entraría así de lleno a competir en el mercado de los
smartphones y tabletas. De esta forma, la empresa de Brian Krzanich quiere acabar con la supremacía de ARM en el mercado de los dispositivos móviles. Nathan Brookwood, el principal analista de Insight 64 ha declarado que: "Es una gran noticia. Imagina el más poderoso y tecnológicamente avanzado procesador de 64 bits de ARM construido sobre las fábricas de última generación de Intel. Un dúo que será muy difícil de superar."
Ahora solamente faltaría ver a qué empresas vendería Intel sus nuevos procesadores ARM. Se habla mucho de que tal vez sea Apple la interesada, que ya ha incorporado en su flamante iPhone 5S el chip de 64 bits A7 diseñado por ARM. Aunque la propia compañía Intel no ha hecho aún ningún comunicado oficial, seguramente muy pronto asistamos a la confirmación de que la empresa afincada en California empieza a fabricar procesadores con diseño ARM.