Yo he estado dos veces en Brasil y, sinceramente, no sé cómo quieren hacer nada en Río de Janeiro. Brasil es muy grande, casi un continente, y hay partes del país muy tranquilas y sin ningún tipo de problemas de violencia o al menos a los niveles a los que pueda estar cualquier ciudad europea, pero Río es la ostia, empezando porque el gobierno no controla toda la ciudad, sino que una parte nada desdeñable está bajo control del Comando Vermello.