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Millones de españoles comienzan a convencerse de que resulta más rápido y eficaz conectarse a Internet a través de las ofertas de acceso inalámbrico que por las conexiones fijas tradicionales. De hecho, la balanza se inclina claramente a favor de la banda ancha móvil en la mayor parte del país, es decir, en las zonas que se encuentran alejadas de las centrales de telefonía o en emplazamientos con conexiones de cobre defectuosas.
Esta conclusión se desprende del primer estudio de Velocidad de MovilZona, al que ha tenido acceso elEconomista, donde se asegura que "Internet móvil puede ser la alternativa para núcleos con cobertura de ADSL de bajo rendimiento".
Banda ancha en zonas urbanas
La misma comparativa de servicios apunta que la "velocidad de subida que ofrece la banda ancha móvil en las zonas urbanas es ideal para el uso de los servicios de Web 2.0 (en los que los usuarios aportan y comparten los contenidos digitales), como redes sociales, además de videoconferencia o envío de ficheros". Las conexiones a Internet por módem USB activados en los portátiles u ordenadores tampoco tienen que envidiar a los servicios básicos de ADSL, al menos en los servicios de descarga multimedia de calidad.
De hecho, en la mayoría de las áreas urbanas, "la velocidad puede ser similar a las ofertas que brindan los operadores de banda ancha fija", añade. En los servicios inalámbricos se reduce la velocidad al sobrepasar ciertos límites, cosa que no sucede con el ADSL.
El estudio del portal especializado MovilZona ha recogido más de 120.000 muestras en todo el país para asegurar que, en el ámbito nacional, la banda ancha móvil de Vodafone ofrece mayor velocidad de bajada, con 1,6 megas por segundo (Mbps), seguido de Telefónica, con 1,5 Mbps, si bien el tránsito ascendente de Telefónica es el mejor de su sector, con 324 kbps.
Orange es el tercero, con 1,1 Mbps, por delante de Yoigo, con 839 kbps. Por comunidades, la mayor calidad de la cobertura se encuentra en el País Vasco, Madrid y Galicia, mientras que las peores redes se sufren en Canarias, Cataluña y Extremadura. En todos los casos, los datos varían en función de la ubicación del cliente y el número de usuarios conectados a la misma estación base.