Invizimals: La otra dimensión

Rastrear, detectar y capturar monstruos. Una secuela con jugosas novedades aumentadas.
¿A qué te hubiera gustado haber tenido de pequeño un rastreador para capturar monstruos desde casa, en la calle o en tu propia escuela? Desgraciadamente, no fue posible, y por ello los niños de hoy son afortunados por tener un videojuego como Invizimals, aunque también los mayores, que podrán pasárselo a lo grande otra vez con una segunda entrega cargada de novedades. Desde la Gamescom, te contamos cómo es Invizimals: Shadow Zone.


Cuando uno ve Invizimals, puede que lo primero que piense en sus adentros es: "¿Cómo es posible que a nadie antes se le haya ocurrido una idea como esta?". Y es que la idea con forma de videojuego de Novarama no es ni más ni menos que la fantasía de un niño hecha realidad. Ir por tu casa con una PSP que detecta monstruos y los sitúa en entornos reales gracias a la tecnología de Realidad Aumentada, eso es Invizimals.

Y ahora la compañía española quiere repetir suerte, esta vez con una secuela que ofrece cerca de 100 nuevas criaturas, además de la oportunidad de personalizarlas poniéndoles nombre o cambiándolas de color.

Por supuesto, hay muchas más novedades, como un mayor repertorio de ataques para nuestras criaturas, así como una suculenta nueva campaña y hasta un modo de captura cooperativo para compartir cazas virtuales. Pero hoy estamos aquí para acercaros nuestras primeras impresiones con el videojuego en la Gamescom que se está celebrando en Colonia (Alemania).

-Monstruos que sólo ven tu PSP
La demo de Invizimals: Shadow Zone presente en la feria nos ofrecía tres opciones de juego. La primera de todas es por todos conocida: la captura de Invizimals. No obstante, como tenemos nuevas especies, también surgen nuevas maneras de hacernos con ellos.

Hay ciertos aspectos que se mantienen, como por ejemplo rastrear con nuestra PSP (cámara incluida) el entorno en que nos encontremos, ya sea el suelo, la pared o cualquier otra parte del mobiliario. Acto seguido veremos un indicador que nos muestre la cercanía del bicho a atrapar, para finalmente pulsar el botón X de nuestra portátil siguiendo las pautas que se nos muestren en pantalla.

Hasta aquí todo como lo conocíamos, porque cada nuevo Invizimals presenta inéditos retos como los que comprobamos en el "stand" de Sony.

-Nuevas formas de capturar
Para empezar, una prueba basada en las clásicas cartas de memoria, que se situaban mediante Realidad Aumentada en la superficie de la mesa sobre la que jugábamos. Así, lo único que teníamos que hacer era escoger una carta y guardar su posición en nuestra cabeza para el siguiente turno, ya que la criatura a capturar, en este caso, también toma parte en el juego. De hecho, debemos derrotarle en una serie de tandas para lograr capturarle.

En segundo lugar, nos enfrentamos a una especie con forma de mosquito que se posaba sobre la pantalla de la PSP para hacer movimientos con los ojos.

Tardamos un poco en entenderlo, pero lo que había que hacer era tocar los botones de PSP (tanto los de la parte de la izquierda como los de la derecha) de acuerdo con las direcciones en que el Invizimal en cuestión movía sus ojos.

-Más y mejores Invizimals
No obstante, la captura no era lo único que nos ofreció la demo. Tuvimos ocasión también de probar el conocido modo batalla, basado en una mecánica de batalla por turnos al más puro estilo Pokémon. Cada botón (triángulo, cuadrado, equis o círculo) de nuestra PSP servía para desencadenar un ataque distinto, con la posibilidad adicional de defendernos en cualquier momento -pero sin agotar la barra- pulsando el gatillo.

Por último, vislumbramos otra opción que se conocía con el nombre de "play the test", y que consistía en la simple pero a la vez difícil tarea de montar figuras que han sido rotas en varios pedazos.

No tenía demasiado de interesante la opción, pero servía para ilustrar un poco más la técnica de Realidad Aumentada que hace posible a una segunda parte de Invizimals que se espera en territorio europeo para finales de este mismo año. La espera promete merecer la pena.