Ajeno al bombardeo pedregado de múltiples fuentes informativas yazco en pie con mis propias convicciones de elegancia perturbada por la pureza de un pensamiento pecador. Aborrecido por la fantasía real de una mujer que soñaba con vivir una vida también real podía pasarme las noches en vela acariciando alfombras de terciopelo guiado por mi amiga absurdez a su vez enervada por la razón de los inteligentemente dotados con una ración extra de sentido común, esperando inexorablemente a las pinceladas de juicios prematuros que oscurecen la auténtica verdad que nunca existe. Balas mojadas sobre la hierba yacen tumbadas con un objetivo perdido, y un justo final para aquella mujer que soñaba con llevar una vida real engatusada por las múltiples fuentes informativas que poblaban su atención, o lo intentaban. Cada día es mayormente segundos acumulados. Acumulados en la vivencia de cada cual, acumulados en penas o glorias, alegrías o tristezas, en ilusiones o depresiones, en soñar o pesadillear. Los segundos no se venden pero cotizan en alza, sin embargo los ocupamos en realizar tareas humanamente inmorales donde el poder reina a sus anchas y las jerarquías políticamente correctas resultan moralmente incorrectas. Maltratadoras del ser humano en el primer mundo piden fondos para ayudar a un mundo dicen en tercer lugar. Qué pasa Pitágoras y sucesivos que sólo véis un mundo. Estáis equivocados, a la hoguera. Menos mal que la esclavitud se abolió, que sería de nosotros entonces… Me acuerdo cuando estudiaba la evolución humana en ciencias naturales paradójico la involución a la cual estamos diariamente sometidos tras sonrisas trajeadas, pavos al horno, y vidas ejemplares. Dios que locura de mundo, esto no deja de ser un bombardeo pedregado de múltiples fuentes informativas donde vivir… es la misión con más nombres.
