Cuando me sacaba el carné de conducir, allá por el 2005, era muy normal que muchos días me pasara la mañana entera de recados con la profesora de la autoescuela, así que una vez hice que se parara en un distribuidor Apple de Palma para ir a buscar no recuerdo qué que tenía encargado y cuando entramos vio "la pantalla blanca" de un iMac G5 y dijo lo mismo, que era muy caro para un monitor.
Me hizo volver atrás y le aposté una comida a que eso era todo el ordenador. Ese día comí de balde una paella al borde de la playa... jejejeje.