La Autoridad italiana para la Protección de la Privacidad acaba de dictar una resolución por la que establece que las empresas no pueden vigilar qué hacen los usuarios de los programas de intercambio de archivos P2P.
Según informa la prensa italiana, la decisión es fruto de una investigación que realizó este organismo estatal sobre las actividades de una discográfica que había contratado a una empresa suiza para espiar a los internautas.
Ambas empresas usaban programas informáticos para descubrir un gran número de direcciones IP (que identifican al ordenador) para poder localizar al propietario para una posible demanda.
El organismo estatal recuerda que la normativa europea sobre telecomunicaciones prohíbe a las compañías privadas realizar controles masivos de datos de los ciudadanos.
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