Ah... Otra gran maniobra de Jamie Oliver, intentando sacar "algo" del negocio de restauración en UK.
Me encanta el modelo de empresas no vinculantes al individuo. Pero reafirmemos una serie de cosas de éste caso en concreto para entrar en contexto.
Pretender hacer un modelo innovador y vivir de la restauración en UK tiene más riesgo hoy en día que montar un puesto de helados en Alaska.
Aparte de que por lo visto sus restaurantes no tenían buena fama en general.Su modelo de negocio quiebra y lo que declara insolvente es, en todo caso, la empresa que forma parte de esos 25 restaurantes con su marca. Éste señor tiene 170 millones de euros como patrimonio personal, más derechos televisivos más empresas fuera del pais más otros 23 restaurantes en UK pero que son otras franquicias en éste caso. Como siempre el periodismo de éste país en fallos garrafales o títulos vendemotos.
Quiero decir que, su marca está endeudada con los bancos y él simplemente se declara insolvente con la ingente cantidad de impagos y créditos millonarios. No sólo estamos hablando de trabajadores, estamos hablando de un modelo de franquicias, supuestamente dirigidas a personas que no pueden afrontar los gastos o riesgos de abrir un negocio propio. Se quedan totalmente tirados y con las responsabilidades encima de cada una de ellos para afrontar las mierdas que tienen, especialmente la relativa a pagos y contratación de sus trabajadores.
Éste señor ha mandado a su CM de turno a escribir ese comunicado con la lagrimita, apretar un botón y aparta anda, que me tapas el Sol. Todavía habrá que agradecerle que haya intentado invertir más dinero en salvaguardar su modelo franquiciero, ese que tan bien funciona y que se dedica a subcontratar marcas para apretarte el culo y ponerte la mano. Él como persona no tiene que responder en absoluto a nada de las consecuencias de su empresa distribuidora de humo, pero tuvo todas las ventajas de tener publicidad gratis, que saliera su cara en todos sitios y los beneficios que le otorgaban pese a que la gente comía en un restaurante franquiciado que no era más que uno normal medio camuflado con directrices pensando que comían oro y sólo era reflejado en el precio.
Jamie Oliver ha tenido una bancarrota, pero no significa que él mismo esté en bancarrota. Él tiene huevos en más cestas y los que se van a comer la mierda son otros. Libre mercado ya sabéis, capitalizar beneficios, socializar pérdidas.
Que la mierda se la coman ahora otros. Joder, si hasta es él el que sale en los medios como el pobrecito
Se tiene que estar descojonando tela limpiándose las lágrimas con billetes de cien libras.