Al final esto no es más que puro marketing. Ponen esa velocidad en una calle, salen en todos los medios de comunicación, y de aquí a 20 años lo expanden. Pero mientras, hay 200 mil almas que llaman para contratarlo con la esperanza/fe de conseguir una mejor conexión.
Por otro lado, se sigue invirtiendo para aumentar aún más la desigualdad de conexiones entre los ciudadanos. Esto de la velocidad es como el dinero, mientras más tienes más consigues, y mientras meno tienes vas cada día más pobre.
Estas inversiones al final no pasan de grandes capitales, donde un mes tienen 10 Mb, a los dos meses 20, a los 3 meses 50... y pronto 300Mb o más, mientras que en el resto de la geografía hay un gran grueso de población donde siguen con un mísero MB y sin esperanzas a medio/largo plazo de que esto cambie.
¿La solución? Muy simple, que por ley fuese ilegal cobrarle a un cliente por 1 Mb lo mismo que a otro por 10 dentro de la misma compañía. Pago proporcional a la calidad del servicio recibido. Ni más ni menos. Si a un cliente de 10Mb le cobras 50€, a uno por 1Mb se le deberían cobrar 5€.
Si esto fuese un decreto ley, las compañías por fin invertirían en todas partes por igual, y no seguiríamos creando el desequilibro tecnológico que se está creando y que ya en el siglo XXI, con el uso que hacemos de las nuevas tecnologías, puede considerarse una forma de discriminación con todas las de la ley.